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LA VERDAD RESTAURADA

Los mejores Dones por el élder Robert D. Hales

Los mejores Dones por el élder Robert D. Hales

Cuando era joven vivíamos en Long Island, a unos cincuenta kilómetros de la ciudad de Nueva York. Estábamos rodeados por bosques y disfrutábamos de la naturaleza. Mi padre tenía un terreno grande con arbustos, jardines, una pecera, una huerta, césped y árboles. Todo esto requería un trabajo constante para conservarlo en buen estado y siempre había tareas que hacer, tales como cortar el césped en el verano y recoger las hojas caídas en el otoño. Aunque trabajábamos bastante duro en el cuidado de nuestro jardín, lo que hacíamos no se comparaba en los más mínimo con lo que mi padre había tenido que hacer cuando era niño en la granja de remolachas en Burton, Idaho.

Un día mi padre me dijo, “Nunca vas a aprender a trabajar hasta que vayas a trabajar en la hacienda con tu tío Frank.” De modo que ese verano lo pasé en el Valle Skull cerca de Toelle, Utah, aprendiendo a trabajar. Fue difícil para mí creer el contraste que había entre el hermoso verdor de mi hogar en Long Island y el ambiente desértico y polvoriento del Valle Skull.

Esto me hizo apreciar la primera impresión que han de haber tenido aquellos pioneros originarios de Europa y de la parte oriental de los Estados Unidos, cuando Brigham Young les dijo: “Este es el lugar”. Descargar articulo completo

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