Blogia
LA VERDAD RESTAURADA

A La Otra Oveja-ELDER BOYD K. PACKER

A La Otra Oveja-ELDER BOYD K. PACKER

Discurso pronunciado en una charla para doce estacas Universidad Brigham Young 5 de marzo de 1978

 

Lo que diré en esta presentación será serio y solemne. No hablaré a todos, así que pido la indulgencia de los "noventa y nueve" mientras hablo con "la otra oveja". Os pido a vosotros, los noventa y nueve, que os sentéis silenciosamente, si lo deseáis, reverentemente si podéis, y que generosamente ayudéis a crear un ambiente en el que podamos comunicarnos con aquel que tan desesperadamente necesita la ayuda que presentaré. Después de todo, la cooperación de vosotros los noventa y nueve puede ser de provecho propio, ya que puede llegar un momento en los años venideros en que podríais usar algo de ío que digo para ayudar a otra persona, quizá alguien muy cercano a vosotros.

Me invade el temor de que cualquier presentación del tema que trataré pueda ser falto de delicadeza o de recato. Me siento quizá como se sintió Jacob, el Profeta del Libro de Mormón, cuando comenzó un sermón con estas palabras:

. . .me apena tener que hablaros tan osadamente delante de vuestras esposas e hijos, muchos de los cua­les son de sentimientos sumamente tiernos, castos y delicados ante Dios, cosa que agrada a Dios. . .

Mas a pesar de la magnitud de la tarea, debo obrar según el estricto mandamiento de Dios, y hablaros de vuestras iniquidades y abominaciones, en presen­cia de los puros de corazón y de los de corazón que­brantado, y bajo la mirada del ojo penetrante del Todopoderoso Dios (Jacob 2:7, 10).

Comprendo estas palabras de Jacob como nunca antes. Veo ante mi" la juventud digna de Sión. No obstante debo tratar un tema tal como lo hizo Jacob, y por la misma razón.

Otra oración más de Jacob:"Por tanto, yo, Jacob, les hablé estas palabras, mientras les enseñaba en el templo, habiendo primeramente obtenido mi mandato del señor" (Jacob 1:17; cursivas agregadas). Tened la seguridad de que me he preparado en oración con respecto a esta asignación.

Y así, abordemos el tema. Para introducirlo debo usar una palabra, sólo la usaré una vez. Os suplico tomar nota de que lo utilizo como adjetivo, no como sujeto; lo recha­zo como nombre. Les hablo a aquellos pocos, aquellos muy pocos, que pueden estar sujetos a la tentación homo­sexual. Repito, acepto la palabra como un adjetivo que describe una condición temporal; la rechazo totalmente como un nombre que describe una condición permanente.Descargar articulo completo

0 comentarios