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LA VERDAD RESTAURADA

Debemos ser Capitanes

Debemos ser Capitanes

Ustedes y yo tenemos un destino espiritual y no nos permite sentarnos pasivamente en la parte de atrás del avión que viaja por la vida terrenal.

Deben ser capitanes en la causa del Señor con una misión específica que cumplir. El Señor le prometió Abraham que por su descendencia serian bendecidas todas las familias de la tierra, se refería a la bendición espiritual que el mundo recibiría por medio de nosotros a quienes llamo hijos del convenio, Alma describe algunos como llamados y preparados desde la fundación del mundo de acuerdo con la presciencia de Dios se han preguntado alguna vez ¿Por qué soy, quien soy? ¿Porque siento lo que siento? ¿Por qué he decidido creer más plenamente en el Señor Jesucristo? ¿Por qué escojo guardar sus mandamientos, cuando a otros no les importa? ¿Por qué tengo esos sentimientos hacia el Libro de Mormón? ¿Por qué salta las palabras de las escrituras y penetran en mi corazón, cuando otras personas son casi indiferentes a este libro sagrado? ¿Por qué he estado dispuesto hacer convenios sagrados por medio del bautismo, en el templo y para muchos de ustedes servir en una misión? Ustedes fueron escogidos y preordenados a tener el evangelio en su vida y ser líderes en la causa del evangelio restaurado … acepten que tienen un destino eternamente importante un destino espiritual, lean su bendición patriarcal, como se dijo de la reina Esther en la antigüedad ¡para esta hora tu has llegado al reino! Crean en su destino y acéptelo con entusiasmo, el darse cuenta de quienes son, y quienes deben ser, no los conviertes en capitanes en la causa del Señor, hay obstáculos y tentaciones mucho más peligrosos que una manada enorme de gansos canadienses que pueden evitar que logren su destino, deben de estar en guardia, para ser capitanes en la causa del Señor debe haber preparación ,la cual no es fácil, el Salvador dijo: “ Si uno quiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo, y tome su cruz y sígame” explico además que el hombre tome su cruz, significa que debe abstenerse de toda impiedad, y de todo deseo mundano y guardar los mandamientos del Señor. Elder Neil L. Andersen – Charla SEI, Enero 2010

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