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LA VERDAD RESTAURADA

CÓMO EFECTUAR REUNIONES EFICACES DE PRESIDENCIA Y DE OBISPADO

Ahora quisiera ofrecer varias sugerencias con el fin de ayudar a los obispados y a las presidencias a lograr la misión de la Iglesia por medio de sus reuniones ejecutivas. Ante todo, concéntrense en las cosas que más importan. Es fácil distraerse con detalles administrativos, pero los líderes de la Iglesia serán mucho más eficaces si prestan especial atención a satisfacer las necesidades de las personas y de las familias. Concretamente, las presidencias y los obispados deben concentrarse en traer almas a Cristo por medio de las ordenanzas y los convenios del Evangelio. El presidente Boyd K. Packer declaró:

 

Les instamos a concentrarse en la misión de la Iglesia en vez de simplemente administrar las organizaciones y los programas . . . Tal vez se pregunten qué es lo que deben hacer para implementar la misión de la Iglesia en la vida de los miembros. ¿En qué cosas deben canalizar su atención y energía? . . . Tenemos el deber de llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre mediante las ordenanzas y los convenios relacionados con ellas . . . Si prestamos atención . . . a las palabras ordenanza y convenio y después elevamos la vista, seremos iluminados y sabremos cómo fijar nuestra posición y marcar nuestro rumbo . . . Una prueba buena, útil y verdadera de toda decisión importante tomada por un líder de la Iglesia es determinar si un cierto rumbo nos acerca o nos aleja de los convenios . . . Al administrar las organizaciones de la Iglesia, sería una buena idea asegurarnos de que todos los caminos lleven al templo. Es allí donde nos preparamos en todas las cosas para ser dignos de entrar en la presencia del Señor (discurso dado en el Seminario para Representantes Regionales, el 3 de abril de 1987, págs. 3-5; cursiva agregada).

 

Para lograr lo anterior, debe asegurarse de que el temario escrito de cada reunión ejecutiva, especialmente a nivel de barrio o de quórum, se centre primordialmente en la gente y no en los programas, y después ajustarse al temario. Los propósitos de la reunión deben ser claros, y ésta debe empezar y terminar en hora. El oficial presidente debe permitir que haya suficiente tiempo para referirse a las necesidades de la gente. Al considerar cada uno de los nombres que aparecen en el temario, debe pedir a sus consejeros que sugieran ideas y hagan recomendaciones con el fin de ayudar a cada persona a avanzar por medio de las ordenanzas y los convenios del Evangelio.

Tras escuchar cuidadosa y sinceramente a cada una de las recomendaciones, debe tomar una decisión o hacer una asignación que conduzca a un curso de acción específico y medible. Es importante adoptar esas decisiones por medio de la oración y es también importante que él y sus consejeros estén de acuerdo en cuanto a la acción que se adopte. Claro que no es suficiente simplemente hablar de lo que se debe hacer. También debemos hacerlo.

Por consiguiente, todas las decisiones y asignaciones se deben registrar y comunicar a aquellas personas que habrán de llevarlas a la práctica. Se le debe pedir a uno de los miembros del obispado o de la presidencia que se haga responsable de cada asignación, debiendo "volver e informar" en una fecha determinada. (El disponer de una lista de asignaciones en proceso de cumplimiento, mantenida por su secretario o secretario ejecutivo, le permitirá pedir un breve informe al llegar a la fecha concertada.) Asimismo, cuando se delega una asignación, se debe comunicar en cuanto a "qué" más que a "cómo"; o sea, a la persona que recibe la asignación se le hace responsable del resultado que tiene que lograr más bien que del método específico que vaya a usar. Esto le permite a dicha persona buscar inspiración y ejercer su ingenio, dentro de las normas y los procedimientos establecidos por la Iglesia, en el logro de la tarea que le haya sido delegada.(El Divino sistema de Consejos  M.R.Ballard)

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