DISCURSO DEL EL HERMANO W. CLEON SKOUSEN EN BYU
Hermanos y hermanas, al llegar al final de este hermoso día de reposo quiero expresarles mi aprecio personal por tener el privilegio de haber sido invitado a un lugar tan agradable, liemos sentido un espíritu muy dulce, y la hermosa música que se cantó, referente a una de nuestras escrituras favoritas, fue tan apropiada para el tema que espero poder tener la bendición del Señor al disertar esta noche.
Alma declaró que deseaba tener la voz de un ángel, que pudiera, sonar como una trompeta... lo que los hijos de Mosiah habían hecho para convertir a miles de lamanitas, reyes, reinas y aún miles de ellos; los trajeron al conocimiento de los nefitas.
Alma solo deseaba poder detener a los lamanitas para evitar su ataque; solo quería tener la voz de un ángel para proclamar el arrepentimiento como habían hecho sus hermanos y luego él dijo que no deseaba algo más que hacer la obra a la que había sido llamado y la guerra se desató. Fue la peor guerra en la historia de los hijos de nefi. La guerra se desató después de esa hermosa canción. Estos fueron grandes hombres.
Mientras permanecía sentado, no pude menos que pensar en la voz de otro ángel que les habló a ustedes desde este pulpito creo que fue el 19 de diciembre de 1971. Esa voz angelical apenas podía expresarse. Era difícil de entender.
Había sufrido una severa operación en, la cual casi perdió su articulación. Y él estaba tan débil en el habla que la Primera Presidencia ni siquiera quería que viniera. Pero, esa era su estaca y él no iba a perderse la dedicación de este hermoso Centro de Estaca.
Entonces él vino; aún le dolía la garganta debido al cobalto, etc. y trataba de hablar lo mejor que podía. Su corazón estaba tan mal que debió permanecer sentado toda la noche. Nadie lo hubiera notado porque él se mostró muy activo y entusiasta y se expresó en la mejor manera que pudo. No hubiera podido perderse esto .Hablando hoy con el Presidente Reeve, el Presidente Lyon y la Hna. Lyon, me contaron algunas de las hermosas cosas que ocurrieron de tras del escenario. Este hombre maravilloso pensó que había venido para decir adiós, él pensó que era el fin.
El debía someterse a una operación a corazón abierto. Casi no le quedaba voz. Cuando se le sugirió que aún podía servir al Señor como Profeta el dijo: " No, no, el hermano Lee es el próximo y vivirá por mucho tiempo. El vivirá más que nosotros, los apóstoles más ancianos".
Han pasado casi tres años desde que esa voz angélica fue llamada a hablar a todo pueblo, lengua, nación y gente como el Presidente de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. El creció en este valle. Tiene nuestro espíritu. Este valle tiene su espíritu, lo puedo sentir aquí. Ustedes tienen su espíritu; han sido para él una bendición así como él ha sido una bendición para ustedes. Esta noche quiero honrar el nombre del Presidente Kimball, por la voz, que es uno de los más efectivos penetrantes llamados al arrepentimiento que ésta generación jamás haya escuchado.
Debo sonreírles a mis estudiantes. Cada vez que él Presidente a Kimball viene a la Universidad de Brigham Young, apena pueden esperar. Quieren salir temprano de sus clases para poder estar seguros de tener un asiento, porque cada vez que él habla en la Universidad, siempre hay más gente de lo que el Marriot Center puede abarcar. Por lo tanto, todos quieren tener un asiento, en lugar de un escalón. DESCARGAR DISCURSO COMPLETO
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Salvador -
Gonzalo -