EL INGREDIENTE DE UN HOGAR BASADO EN EL EVANGELIO
¿Su hogar lo tiene? Todos sabemos lo básico – el amor, la Noche de Hogar, la oración familiar, estudio de las Escrituras, el servicio y actividad de la iglesia. Pero hay otro ingrediente “secreto” para la crianza de hijos felices, exitosos y fieles, ¿su hogar lo tiene?
El ingrediente “secreto” – AHP
Sí, es AHP – Ambiente Hogareño Positivo. Ése es el ingrediente “secreto”. El presidente Gordon B. Hinckley dijo: “Los niños necesitan luz solar. Ellos necesitan felicidad. Ellos necesitan amor y cuidado. Ellos necesitan bondad, solaz y afecto. Cada hogar, independientemente del costo de la casa, puede proporcionar un ambiente de amor que será un ambiente de salvación”. (Conferencia General, octubre de1994). Debemos crear un hogar seguro y positivo donde nuestros hijos aprendan que cuando hacen las cosas bien, nuestro semblante les sonreirá. Debemos crear un hogar donde los niños aprendan a ejercer su albedrío de maneras positivas y disfruten de consecuencias positivas por hacerlo.
El crear un AHP puede ser mucho más difícil que tener una Noche de Hogar, la oración familiar y el estudio de las Escrituras. Puede ser mucho más difícil que hacer las cosas específicas que sabemos que deberíamos hacer. Una razón de que así sea es que una gran parte de la creación de un AHP es responder a las cosas que nos rodean de una manera positiva y, lamentablemente, esta actitud estará muy influenciada por la forma en que fuimos criados y los hábitos que hemos desarrollado.
Responda a los niños en una forma positiva
Para tener un AHP, tenemos que sorprender a nuestros hijos portándose bien. Un consejero familiar que conozco dijo: “Si su hijo no está haciendo algo para irritarlo, entonces debe de estar haciendo algo bien. Averigüe lo que es, y diga algo positivo al respecto”. Algunas personas lo hacen de forma natural. Muchos de nosotros no. Por ejemplo, mi esposa estaba trabajando en un acolchado en casa de una amiga. La hija pequeña de ella quería cortar el hilo entre los nudos y estaba insistiendo a mi esposa al respecto. Ella le pidió a la niña que por favor esperase hasta que hubiera terminado la fila. Cuando terminó, una respuesta neutral sería decir: “Está bien, puedes cortar el hilo ahora”. Pero, la respuesta AHP que ella usó fue: “Gracias por esperar pacientemente. Ahora puedes cortar el hilo”. Al ser conscientes y tomar algunos segundos adicionales, ella incrementó el AHP. Por cierto, la niña sonrió y siguió esperando pacientemente su turno.
Evite responder a los niños en una forma negativa
La segunda parte de tener un AHP es aún más difícil. Es guardar silencio ante las pequeñas cosas que hacen nuestros niños que nos irritan. Tiene que mantenerse sereno, calmado y tranquilo. Tal vez sean insultos, quejas, lloriqueos, desorden, lentitud para obedecer, o no obedecer. La lista de las cosas que los niños pueden hacer que son inapropiadas (y molestas) es prácticamente interminable. La mayoría de nosotros quisiéramos “cortarlas de raíz”. Abordamos directo al problema y le decimos al niño que deje de hacerlo inmediatamente. Incluso si lo hacemos de una manera tranquila, todavía estamos dañando el AHP. Cuando nos enojamos, es aún peor. Nos quedamos atrapados al centrarnos en los problemas. Cuando reaccionamos a un comportamiento inadecuado, casi siempre somos coercitivos. Estamos tratando de obligar a nuestros hijos a comportarse como es debido. Las formas más comunes de coerción son cuestionar, gritar, discutir, golpear o usar la fuerza física, criticar, ser sarcástico, amenazar, desesperarse, quejarse, hacer sentir culpable, y la lógica. Debido a que usar la fuerza (gritos, palizas, etc.) está pasado de moda, muchos padres hablan al niño hasta el cansancio (la lógica). No funciona, y sigue siendo coerción. Lo peor de todo, destruye el AHP.
Ahora no estoy diciendo que los niños deban poder hacer lo que quieran, pero en general, nuestros hijos necesitan estar realizando buenas elecciones y disfrutando los agradables y positivos resultados de esas elecciones. Incluso si sus hijos están haciendo lo que es apropiado, si lo hacen simplemente para evitar meterse en problemas, entonces ustedes no tienen un AHP.
¡No se preocupe, sea feliz! (Don’t Worry, Be Happy!)
¿Es usted un padre feliz? Necesita serlo. Los padres felices producen AHP. Los padres felices producen niños felices. No importa cómo actúen sus niños, usted debe superarlo todo. Brigham Young dijo: “A veces nuestros hijos pueden no tener un buen espíritu, pero si el padre continúa teniendo el buen espíritu, los niños tendrán el mal espíritu, pero por poco tiempo”. ¿Se siente malgeniado? ¿Se pone molesto, irritado o enojado con sus hijos? Odio decirlo, pero esto pone en riesgo a sus hijos y destruye su AHP. El mantener la calma, el estar animado y optimista tiene una influencia muy positiva en sus hijos, e incluso en un hijo o hija pródigos.
Un Hogar con AHP es un Hogar Cristiano
Como Glenn Latham escribió: “Es nuestra responsabilidad crear un ‘mundo’ cristiano en nuestros hogares, un lugar seguro donde los niños se comporten bien porque disfrutan de las agradables consecuencias de hacerlo, en lugar de evitar las consecuencias desagradables de comportarse mal. Es un mundo en el que el niño piensa: ‘Sé que mis padres me reconocerán y me apreciarán’ en lugar de pensar: ‘sólo hago esto porque no quiero que me golpeen’ (verbal o físicamente).” (Glenn I. Latham, “Crianza cristiana de los hijos”)
Cuando creamos un AHP, a la vez que enseñamos y vivimos el Evangelio, tendremos un hogar donde los niños tendrán una alta probabilidad de internalizar nuestros valores familiares, capear con éxito los difíciles años de la adolescencia, y crecer hasta ser adultos sanos, felices y fieles.
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