¿Que es la felicidad entonces? ¿En qué se diferencia del mero placer?
"La época actual es una búsqueda de placeres, y el hombre esta perdiendo el juicio en su loco afán por sentir sensaciones que no hacen mas que excitar y desilusionar. En estos tiempos de falsificaciones, adulteraciones y viles imitaciones, el diablo esta mas ocupado que en cualquier otra época de la historia humana en la producción de placeres, viejos así como nuevos; y los ofrece a la venta de la manera mas atractiva, con la falsa etiqueta de Felicidad. En esta asechanza destructora de almas nadie lo supera; ha tenido siglos de experiencia práctica, y por medio de su astucia ha monopolizado el mercado. Conoce todas las tretas y sabe la mejor manera de llamar la atención y despertar el deseo de sus clientes. Envuelve sus artificios en paquetes de brillantes colores, atados con cintas y moños; y las multitudes se apiñan para adquirir sus gangas, empujándose y aplastándose unos a otros en su frenesí por comprar.
"Sigamos a uno de los compradores que se aleja ufano con su llamativo paquete y observémoslo mientras lo abre. ¿Que halla adentro de la envoltura brillante? Había esperado encontrar una fragante felicidad, pero sólo halla una clase inferior de placer cuyo mal olor le produce nauseas".
"La felicidad es el alimento verdadero, sano, nutritivo y dulce; fortifica el cuerpo y produce la energía para obrar, física, mental y espiritualmente. El placer no es sino un estimulante engañoso que, como la bebida espiritosa, hace a uno creer que es fuerte, cuando en realidad esta desfallecido; le hace suponer que esta bien, cuando padece de una enfermedad incurable. "La felicidad no deja un sabor amargo en la boca, no viene acompañada de una reacción deprimente; no exige el arrepentimiento, no causa pesar, no produce remordimiento. El placer con suma frecuencia hace necesario el arrepentimiento, la contrición y el sufrimiento; y, cuando se le da rienda suelta, conduce a la degradación y la destrucción. "La memoria puede evocar una y otra vez la felicidad verdadera, siempre renovando el bien original. Un momento de placer impío puede causar una herida punzante, la cual, semejante a un aguijón en la carne, es causa de constante angustia. "La felicidad no tiene relación con la frivolidad, ni esta emparentada con el regocijo superficial. Se origina en las fuentes mas profundas del alma, y con frecuencia viene acompañada de lágrimas. ¿Os habéis sentido alguna vez tan felices que tuvisteis que llorar? Yo si" .
(James E. Talmage; September 21, 1862 – July 27, 1933. Fue miembro del Quorum de los Doce Apostoles)
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