Una Hueste Real
El pensar en el numeroso grupo de poseedores del sacerdocio que se encuentran presentes en este edificio por toda la Iglesia, me hace apreciar más plenamente el himno "Mirad reales huestes." Somos las únicas personas en todo el mundo que poseen el Sacerdocio de Dios, el poder para hablar y actuar en su nombre. ¡Qué tremenda fuerza e influencia para el bien, si nos autodisciplinamos y magnificamos plenamente nuestro sacerdocio! ¡Qué gran privilegio y responsabilidad!
Como padres e hijos y poseedores del sacerdocio, siempre debemos ser humildes, sentir orgullo y nunca sentirnos avergonzados del sacerdocio que poseemos. Somos diferentes, una gente peculiar, y debemos permanecer de este modo en la causa de la verdad y la justicia. Nunca adoptemos la actitud de que somos mejores que otros, sino que siempre debemos vivir de acuerdo con las normas de la Iglesia y no dudar nunca.
Algunos parecen tener temor de perder su prestigio, o de ser ridiculizados. Ciertamente no necesitamos tratar de ser como el mundo y entregarnos a sus pecadores modos de vida. Estad en el mundo pero no seáis de él. La experiencia me ha mostrado sin ninguna duda que una persona nunca debe sentirse avergonzada por el sacerdocio que posee ni por magnificarlo y vivir de acuerdo con sus enseñanzas.
Apenas ayer estuve hablando con un próspero hombre de negocios, miembro fiel de esta Iglesia, que magnífica su sacerdocio. Le dije:
—¿Lo ha considerado alguna vez en su vida como un perjuicio para usted? Me respondió:
—Presidente Tanner, siempre ha sido una ventaja.
Algunas personas parecen tener la creencia de que, con la libertad y las inclinaciones en el mundo actual afectando el razonamiento de algunos de nuestros jóvenes e incluso de algunos de nuestros obispos y presidentes de estaca, somos demasiado estrictos en la enseñanza de los principios morales cuando nos damos cuenta de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. De hecho, se nos acusa de ser presumidos, lo cual para mí significa personas de estrecho criterio que asumen virtud y sabiduría superiores. Juzgados de acuerdo con los puntos de vista del mundo, probablemente seamos presumidos.
¿Vamos a perder la fe, negar la revelación moderna, modernizar nuestra manera de vida para ser como el mundo? ¿O vamos a ser una gente peculiar, honrando y magnificando nuestro sacerdocio y cumpliendo con nuestro deber?
Somos diferentes del mundo; poseemos el evangelio revelado y el sacerdocio; por lo tanto debemos ser ejemplos dondequiera que estemos.
0 somos como Isaías dijo:
"Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga.
"Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios" (Juan 12:4243).
Quisiera decirles a los jóvenes que me están escuchando esta noche (quisiera poder hablarle a todo joven que posee el sacerdocio, si esto fuese eficaz), nunca debemos avergonzarnos del evangelio de Jesucristo y debemos siempre sentirnos humildemente orgullosos del sacerdocio que poseemos.
Estuve hablando con un joven que será bautizado el mes próximo, como será el único miembro de su familia que se bautizará, le pregunté:
—¿Qué fue lo que despertó su interés en la Iglesia?
Respondió: descargar articulo completo
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