¿CÓMO SE CONVIERTE MOISÉS EN HÉROE NACIONAL?
¿Cuáles fueron algunas de las obras poderosas que hacia el joven Moisés? La Biblia guarda silencio respecto a esto, solo nos dice que fueron varias. Sin embargo, Josefo se hunde en los documentos suplementarios que él poseía y comparte con nosotros los detalles de un notable acontecimiento que convirtió al príncipe Moisés en un héroe nacional.
Fue un poco después de que Moisés alcanzara la madurez que uno de los ataques más fieros contra Egipto ocurrió, algo que el Faraón había estado temerosamente esperando incluso desde la vez en que él puso a los israelitas en esclavitud. Sin embargo, el ataque no fue por los semitas o nómadas del desierto de Arabia, sino de las fuerzas etíopes que vinieron desde sus tierras y rodearon las cabeceras del Nilo. Aquí está la manera como lo describe Josefo:
“Los etíopes, quienes ahora eran vecinos cercanos de los egipcios, efectuaron una invasión en su país, la cual diezmó a los egipcios, quién, en su furia, lucharon en contra de ellos, y trataron de vengar las afrentas que habían recibido; pero habiendo sido derrotados en la batalla, algunos de ellos fueron asesinados, y el resto se escapó en una manera vergonzosa, y solo de esta forma pudieron salvarse. Después de lo cual los etíopes fueron detrás de ellos en su búsqueda, y pensado que sería una muestra de cobardía si no doblegaban a todo Egipto, procedieron a subyugar al resto del pueblo con mayor vehemencia; Y cuando hubieron saboreado las dulzuras del país, no cesaron la conquista; y como las partes más cercanas no tuvieron la suficiente valentía al principio para pelear con ellos, procedieron hasta Menfis, y al mar mismo, ya que ninguna de las ciudades pudo oponerse a ellos.
Tan seria era la crisis y tan temerosos estaban los líderes egipcios que pidieron a sus sacerdotes consultar con sus oráculos para rápidamente obtener guía divina en esta hora de peligro. Josefo dice que los sacerdotes vieron una oportunidad de salvar su país y deshacerse de Moisés todo con un solo plan de acción. Ellos por tanto dijeron al rey que prevaleciera sobre su hija y que permitieran a Moisés dirigir las tropas. Aparentemente ellos se sentían confiados que Moisés podría congregar las fuerzas egipcias y expulsar a los etiópes, pero era también su esperanza que durante el gran conflicto Moisés fuera asesinado. El plan fue puesto en marcha.
Sin embargo, una vez que Moisés hubo congregado las tropas él partió hacia el desierto y viajó por toda la tierra en vez de enfrascarse en una batalla y yendo hacia arriba del rió los etíopes se quedaron expectantes. Era el objetivo de Moisés cortar al enemigo por en medio para que no pudieran organizar un ataque.
Sin embargo, él sabía que había un pasaje estrecho del país que estaba infestado con serpientes y sus soldados estarían temerosos de pasar por ahí. Por lo tanto Moisés trajo consigo desde el Nilo grandes jaulas conteniendo pájaros sagrados
Egipcios, los ibis. Estas criaturas de piernas largas con sus picos curvados eran notorios por su habilidad para destruir serpientes.
Josefo escribe, “Tan pronto como Moisés llego a la tierra donde se criaban estas serpientes, él soltó a los ibis, y a su propia manera repelieron a las serpientes, y los uso para su ayuda antes de que el ejército llegase al campo.
Cuando él por consiguiente había procedido así en su viaje, se topó con los etíopes que no le esperaban; Y trabo batalla con ellos, les ganó, y los privó de las esperanzas que tenían de éxito en contra de los egipcios, y siguió derrocando sus ciudades, y ciertamente hicieron una gran matanza de estos etíopes. Ahora cuando la armada egipcia hubo saboreado este éxito próspero, gracias a Moisés, no disminuyeron su diligencia, hasta tal punto que los etíopes estaban en peligro
de ser reducidos a la esclavitud, y completa destrucción; Y entonces partieron a Saba, lo cual era una ciudad real de Etiopía, que Cambyses después nombró Meroë, en honor al nombre de su hermana.”
Aquí, en su capital nacional, los etíopes intentaron hacer frente. Moisés por lo tanto hizo preparaciones completas para una larga lucha. Josefo describe las dificultades que se presentaron:
“El lugar debió representar una dificultad grandísima, dado el hecho que era rodeado casi por completo tanto por el Nilo como por otros ríos, Astapus y Astaboras, que hacían algo sumamente difícil intentar pasar sobre ellos; Pues la ciudad estaba situada en un lugar muy retirado, y se había habitado a la manera de una isla, y siendo protegida con una pared firme, y teniendo los ríos para protegerlos de sus enemigos, y teniendo grandes murallas entre la pared y los ríos, hasta tal punto, que cuando las aguas golpeaban con tanta violencia, esta nunca podía ser ahogada; (o sumergida al grado de cubrirla), tal muralla hacia prácticamente imposible tomar la ciudad.”
Con tal combinación de monumentales dificultades, ¿Cómo podía la capital etíope ser tomada? Nadie – ni incluso Moisés hubiera podido adivinar que es lo que iba a pasar. Josefo dice:
“Mientras Moisés estaba intranquilo ante la inactividad de su ejército, (pues los enemigos no se atrevían a trabar la batalla,) pasó lo siguiente: Tharbis que era la hija del rey de los etíopes: vino a enfrentar a Moisés mientras que él guiaba al ejército cerca de las murallas, y peleó con gran coraje; Y mirando la sutilidad de sus planes, y creyendo que él era el autor del éxito de los egipcios, cuándo antes ellos habían estado desesperados en recobrar su libertad, y reconociendo el gran peligro que enfrentaban ahora los etíopes, cuándo antes se habían jactado de sus grandes logros, ella se enamoró profundamente de él; Y en la prevalescencia de esa pasión, le envió al más fiel de todos sus siervos para negociar con él la posibilidad de un matrimonio”
Esto fue un golpe prácticamente difícil de creer. Moisés vio inmediatamente una oportunidad de terminar la guerra y evitar la destrucción de miles de vidas en ambas partes. Josefo dice que Moisés “aceptó la oferta, pero con la condición de que ella procurara la liberación de la ciudad; y le dio la promesa de un juramento de tomarla como su esposa y que una vez que él hubiera tomado posesión de la ciudad, él no quebrantaría este juramento que le había hecho”.
Los matrimonios por “conveniencia” eran una práctica común desde los tiempos más antiguos. Un matrimonio entre de dos familias reales era considerado una de las mejores garantías para ambas naciones de que la paz seria preservada entre ellos; por lo tanto Josefo concluye:
“No tan pronto como el acuerdo se hizo, tomó efecto inmediatamente; y cuando Moisés hubo expulsado a los etíopes, él agradeció a Dios, y consumó su matrimonio, y permitió a los egipcios regresar a su propia tierra”.
¡Que gloriosa y heroica debió ser la marcha de retorno a Menfis! La nación egipcia que recientemente había temblado ante la inminente realidad de una conquista completa había repentinamente emergido como los completos vencedores y un derramamiento de sangre había sido evitado debido al matrimonio del príncipe Moisés y la princesa Tharbis.
En cuanto a este matrimonio, no tenemos mayor información. No tenemos alguna referencia de que Moisés haya llevado a la princesa etíope a Egipto con él, ni hay ninguna indicación de que él haya tenido alguna oportunidad de asociarse con ella nuevamente.
Todo lo que sabemos es que más de cuarenta años después cuando Moisés estaba en el proceso de comandar el Éxodo de Israel, María y Aarón ridiculizaron a Moisés y “hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita”. Ellos incluso sugirieron que debido a esto ellos estarían mejor capacitados que Moisés para recibir revelaciones.
Este pasaje no solo apoya el registro dado por Josefo concerniente al matrimonio con la etíope sino que vívidamente refleja la fuerte oposición que los israelitas mantenían hacia matrimonios con personas de tribus camitas. Sin embargo, en este caso el Señor procedió en contra de María y Aarón.
Fueran cuales fueran las circunstancias de aquel matrimonio, queda claro que el Señor no tenia queja contra Moisés concerniente a esto. El castigó tanto a María como a Aarón por su sedición en contra de Moisés. María fue azotada con lepra por un tiempo y Aarón recibió una reprimenda personal del Señor.
Así se cierra un importantísimo y poco conocido segmento de la historia que ocurrió cuando Moisés era joven. La victoria sobre los etíopes convirtió al príncipe Moisés en héroe nacional de Egipto.
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