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LA VERDAD RESTAURADA

EL SERMON DE KING FOLLETT

EL SERMON DE KING FOLLETT

El discurso en los funerales de King Fóllett, una de las obras clásicas de la literatura de la Iglesia, fue pronunciado por el profeta José Smith, en la conferencia de la Iglesia efectuada en Nauvoo, Illinois, el 7 de abril de 1844, ante una congregación de aproximadamente veinte mil personas. La relación del discurso hace la observación de que era el discurso de los funerales del élder King Follett, amigo íntimo del Profeta, que había fallecido en un accidente el 9 de marzo. Las notas del discurso fueron tomadas por Willard Richards, Wilford Woodruff, Thomas Bullock y William Clayton. Esta reimpresión fue tomada de Documentary History of the Church, vol. 6, págs, 302-17. Dicho volumen aclara: “Este no era un informe estenográfico, sino que estaba preparado cuidadosa y hábilmente por estos hombres entrenados en informar y tomar notas. Evidentemente, existen algunas imperfecciones en el informe y algunos pensamientos expresados por el Profeta que no fueron pulidos y completados . . . ” Cabe mencionar que este discurso fue pronunciado dos meses antes de la muerte de José Smith. Durante este tiempo los enemigos de la Iglesia estaban sumamente activos, e indudablemente el Profeta anticipaba los inminentes acontecimientos.

Amados hermanos, quisiera que esta asamblea me prestara su atención mientras os hablo sobre el tema de los muertos. El fallecimiento de nuestro querido hermano, King Follett, quien murió triturado en un pozo, al venírsele encima una tina llena de piedras, es lo que más me ha motivado a tratar este tema. Sus amigos y parientes me han rogado que tome la palabra, pero en vista de que muchos de los de esta congregación, que viven en esta ciudad y en otras partes, también han perdido algún amigo o pariente, desearía hablar sobre el tema en general y presentaros mis ideas, hasta donde pueda, y hasta donde me inspire el Espíritu Santo para tratar este asunto. Necesito vuestras oraciones y fe a fin de poder recibir la instrucción de Dios Todopoderoso y el don del Espíritu Santo, para que pueda declarar cosas que son verdaderas y que fácilmente podáis comprender; y que el testimonio lleve a vuestro corazón y mente la convicción de la verdad de lo que diga. Rogad por que el Señor me fortalezca los pulmones y haga cesar el viento; y asciendan las oraciones de los santos a los oídos del Señor de los Ejércitos, porque las oraciones eficaces de los justos logran mucho. Hay poder en ellas, y verdaderamente creo que vuestras oraciones serán atendidas. Antes de entrar de lleno en la investigación del tema que tengo por delante, deseo preparar el camino y presentar el asunto desde el principio, a fin de que podáis entenderlo. Expondré algunas cosas preliminares para que podáis entender el tema cuando llegue a él. No es mi intención halagar vuestros oídos con superfluidad de palabras, ni oratoria, ni con mucha sabiduría, sino que deseo edificaros con las verdades sencillas del cielo. La naturaleza de Dios En primer lugar, deseo retroceder hasta el principio, hasta la mañana de la creación. Allí está el punto de partida que debemos examinar, a fin de entender y conocer bien la mente, propósitos y decretos del Gran Elohim, que se sienta allá en los cielos, como lo hizo cuando fue creado este mundo. Se precisa que tengamos un entendimiento de Dios mismo en el principio. Si empezamos bien, es fácil seguir marchando bien; pero si empezamos mal, podemos desviarnos y será difícil volver a orientarnos. No son sino pocos los seres en el mundo que entienden correctamente la naturaleza de Dios. La gran mayoría del género humano no comprende nada, ni lo que corresponde a lo futuro, en lo que respecta a su relación con Dios. No saben ni entienden la naturaleza de esa relación; y consiguientemente, no saben sino poco más que el animal, o poco más que comer, beber y dormir. Esto es todo lo que el hombre sabe acerca de Dios y su existencia, a menos que se dé el conocimiento por la inspiración del Omnipotente. Si un hombre no aprende más que a comer, beber y dormir, y no entiende ninguno de los propósitos de Dios, el animal hace las mismas cosas: come, bebe, duerme y no sabe más acerca de Dios; sin embargo, sabe tanto como nosotros, a menos que podamos comprender la naturaleza divina mediante la inspiración del Dios Todopoderoso. Si los hombres no entienden el carácter de Dios, no se entienden a sí mismos. Quiero volver hasta el principio, y así elevar vuestras mentes a una esfera más elevada y un entendimiento más avanzado de lo que la mente humana generalmente anhela. Deseo pedir a esta congregación, a todo hombre, mujer y niño, que cada cual conteste en su corazón: ¿Qué clase de ser es Dios? Preguntaos; escudriñad vuestros corazones y decid si alguno de vosotros lo ha visto, oído o se ha comunicado con El. Es una pregunta que podéis meditar mucho tiempo. Vuelvo a repetir la pregunta: ¿Qué clase de ser es Dios? ¿Lo sabe algún hombre o mujer? ¿Lo ha visto : alguno de vosotros, o lo ha oído, o se ha comunicado con El? He aquí la pregunta que quizás de hoy en adelante recibirá vuestra atención. Las Escrituras nos informan: “Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.” (Juan 17:3). Si un hombre no conoce a Dios, y tiene que preguntar qué clase de ser El es, si busca diligentemente en su propio corazón para saber si la declaración de Jesús y los apóstoles es cierta, comprenderá que no tiene la vida eterna; porque no puede haber vida eterna sino de acuerdo con este principio. Mi primer objeto es conocer el carácter del unico Dios sabio y verdadero, y qué clase de ser El es; y si soy tan afortunado que llego a comprender a Dios, y explico o hago llegar los principios a vuestros corazones, de tal manera que el Espíritu los sella sobre vosotros, entonces de aquí en adelante todo hombre y mujer debe guardar silencio, taparse la boca con la mano y nunca jamás volver a levantar la mano o la voz y decir algo contra el varón de Dios o los siervos de Dios. Mas si no lo hago, tengo la obligación de renunciar a toda pretensión de recibir revelaciones e inspiraciones o de ser profeta; y sería un falso maestro como el resto del mundo, entonces me recibirían como su amigo y nadie atentaría contra mi vida. Pero si todos los maestros religiosos tuviesen la sinceridad suficiente para renunciar a sus pretensiones de santidad, cuando se pone de manifiesto su ignorancia del conocimiento de Dios, se hallarían en tan mala situación como yo, por lo menos; y bien pueden matar a otros maestros falsos, junto conmigo, si yo soy falso. Si alguien cree y dice que soy un maestro falso, entonces, de acuerdo con el mismo principio, tenemos razón para quitar la vida a todo maestro falso, ¿y dónde pararía el derrame de sangre? ¿Y quién no sufriría? El privilegio de la libertad religiosa Pero no hay que altercar con ningún hombre a causa de su religión; y todos los gobiernos deberían permitir que cada hombre ejerciera su religión sin ser molestado. Ningún hombre está autorizado para quitarle la vida a otro, por motivo de diferencias en cuanto a la religión, la cual todas las leyes y gobiernos deberían de tolerar o proteger, ya fuere verdadera o falsa. Todo hombre tiene el derecho natural, y en nuestro país, el derecho constitucional, de ser un profeta falso así como uno verdadero. Si yo verdaderamente muestro que tengo la verdad de Dios, y puedo probar que noventa y nueve de cada cien de los que profesan ser ministros religiosos son maestros falsos sin autoridad, que pretenden tener las llaves del reino de Dios sobre la tierra, y me pongo a matarlos porque son maestros falsos, bañaría el mundo entero en sangre. Demostraré que el mundo está en error, declarando lo que Dios es. Voy a preguntar acerca de Dios, porque quiero que todos vosotros lo conozcáis y que os familiaricéis con El; y si os doy el conocimiento de El, toda persecución contra mí debería de cesar. Así sabréis que yo soy su siervo; porque hablo como uno que tiene autoridad. Dios es un hombre glorificado Volveré al principio, antes que el mundo fuese, para mostrar la clase de ser que Dios es. ¿Cómo era Dios en el principio? ¡Sean abiertos vuestros oídos y escuchad, oh confines de la tierra, porque os lo mostraré por medio de la Biblia, y os declararé los propósitos de Dios respecto de la raza humana, y porqué interviene en los asuntos de los hombres! ¡Dios una vez fue como nosotros ahora; es un hombre glorificado, y está sentado sobre su trono allá en los cielos! Ese es el gran secreto. DESCARGAR SERMON COMPLETO

2 comentarios

Zaida -

Realmente es muy extenso el conocimiento dela Iglesia de Cristo, su doctrina es fascinante y por demasdeleitable al intelecto, me gusta mucho leer tengo toda mi vida en la Iglesia, y siempre estoy buscandoinformacion. Desafortunadamente mi pueblono tiene la constumbre de lee y me apena decirlo pero la ignorancia es hija de todos los males, muy pocos miembros leen y se dejan llevar por los vientos de doctrina. de otros miembros con tradiciones falsasque son llamados como lideres. que bueno que existan estos articulos. Nadie se salvara en la ignorancia

Jorge -

Soy nuevo en la iglesia, desde septiembre de 2010. Encontré este blog y ha sido edificante para mí, en cuanto al sermón, una perla de gran precio, tengo que leerlo mejor y releerlo orando para tener el espíritu de entender estas revelaciones del Profeta. Gracias por poner este sermón al alcance de todos los que buscan.