Blogia
LA VERDAD RESTAURADA

Las Vacas Flacas

Las Vacas Flacas

Como nunca antes, este último año escuchamos en radio o vemos por televisión a economistas que para graficar la situación financiera mundial utilizan la frase “esta es la época de las vacas flacas”.

Mientras transitamos la vida experimentamos varias épocas de vacas flacas, dependiendo de situaciones que tienen que ver con lo que sucede en nuestro país, en el mundo o por circunstancias comunes a todos: cambios o pérdida de trabajo, negocios que no resultan, inversiones malogradas.

Nuestra actitud frente a estas vacas tan delgadas hará la diferencia entre “sufrir la experiencia” o “sobrellevarla con buen ánimo”.

La historia de José en Egipto nos permite ver dónde estamos parados.

Durante siete años todos disfrutaron de la época de bonanza y comenzaron a guardar para el futuro. No fue simplemente guardar. Fue hacerlo en las mejores condiciones y de manera ordenada. Fue conociendo el propósito. Realizándolo responsablemente, porque de ello dependía la supervivencia futura.

Al llegar el hambre a la tierra, también responsable y ordenadamente se utilizaron los recursos.

Es notable que las escrituras no dicen que se regalaba el alimento, sino que aún en circunstancias adversas debían comprarlo.

La experiencia del pasado no es tan diferente a la nuestra. Los profetas nos enseñaron y alentaron a prepararnos material y espiritualmente para enfrentar dificultades.

El Plan de Bienestar abarca todas las situaciones posibles que puedan surgir. Y sabemos que ser obedientes a ese plan traerá bendiciones a nuestras vidas . A veces en la incertidumbre reclamamos las bendiciones que creemos que merecemos en el momento que creemos indicado. Esperamos “el milagro” que imaginamos. Pero si no llega como o cuando esperamos pronto la decepción produce resentimientos (¡por qué permite el Padre que sucedan estas cosas!) o sentimientos de culpa (¿qué habré hecho mal?). Y nos es raro que la angustia se convierta en nuestra compañera.

Algunos ven una oportunidad de fortalecimiento familiar. El momento de poner en práctica lo aprendido; de agradecer por la guía recibida. Lo cual produce sentimientos de gozo aún en medio de la adversidad. Otros logran aprender a manejar el temor entregándose en los brazos del Señor, confiando en que “Dios proveerá”. Y desarrollan una de las cualidades divinas más complicadas: la paciencia.  Las vacas flacas que se comieron a las gordas, siguieron flacas, lo cual significa que no siempre cambiará la situación a nuestro alrededor. Pero las vacas no mueren!!!

Es decir que adelgazaremos, nos pasaremos ropa para los chicos entre nosotros, nos alentaremos cuando nos tiemblen las rodillas, nos escucharemos y compartiremos nuestros temores porque no será el fin.

Si aún los egipcios debieron pagar para recibir el alimento guardado, nosotros no seremos la excepción y debemos seguir obedeciendo y sirviendo para poder ver las bendiciones. Debemos seguir haciendo las visitas, leyendo las escrituras, seguir preparando el Tiempo para Compartir, seguir pagando los diezmos, seguir participando de reuniones de liderazgo y además, seguir buscando la excelencia.

El enfrentar con actitud positiva la realidad que nos toca vivir, permitirá que enfoquemos nuestra mirada en el lugar correcto; que entendamos que estamos capacitados para hacerlo. Que puede ser nuestra oportunidad de demostrarle al Señor que estamos dispuestos a seguirlo en cualquier circunstancia y ¡sin quejarnos!

Veremos muchas veces vacas flacas. Pero si aprovechamos a sus hermanas, las gordas, para prepararnos y llenar el freezer con experiencias espirituales, sentimientos percibidos en el templo, alegrías de servir al prójimo, bendiciones que trajo la obediencia, revelaciones personales para nuestras familias y los testimonios de nuestros hermanos, entonces estaremos tranquilos de que no nos faltará el alimento necesario para seguir adelante y compartirlo con otro.

Lo mejor es que si seguimos perseverando hasta el fin, el refrigerador nunca quedará vacío en nuestro hogar. 

0 comentarios