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LA VERDAD RESTAURADA

Padres e Hijos

Padres e Hijos

Criar a los hijos es un asunto, no solamente muy serio, sino que es un deber sagrado al que uno se compromete durante 24 horas 365 días al año. Todo padre que entiende esto acepta la responsabilidad y lo hace de acuerdo a su criterio y costumbre familiar.

Algunos tienen un éxito rotundo, otros no tanto y finalmente están los que piensan que han fracasado.

Meditando sobre estos puntos llego a la conclusión que yo no comencé nada en mi vida sino que continué una cadena eterna cuyos eslabones representan una generación. Cuando Nefi dice “Yo Nefi nací de buenos padres” (1 Nefi 1:1), está expresando una verdad sencilla que involucra una crianza como debe ser y ¿cómo es una crianza de ese tipo? Aquí me detengo un momento, y sin tratar de encontrar soluciones mágicas, puedo buscar ayuda en la experiencia que heredé de mis ancestros.

Por ejemplo, de la casa de nuestros padres ¿qué costumbre o tradición que hace a la unión familiar queremos que continúe en nuestro hogar? Si es el trabajo, sigo el ejemplo de mis padres  daban a cada uno  una responsabilidad específica de acuerdo a la edad y esa tarea era la responsabilidad absoluta del asignado.

Podíamos hacer uso de nuestro albedrío en la manera de realizarlo, pero eso era todo; hacer había que hacerlo. 

Con el correr del tiempo descubriremos tal vez, que no es fácil conseguir que cada miembro de la familia cumpla con su porción pero (y esto es esencial) los padres deben hacer que se haga. Ante el incumplimiento reiterado habrá que tomar medidas de acuerdo con la falta (suspender por cierto tiempo el uso de la computadora, salidas, etc).

Uno debería ejercer la paciencia y dejar que cada hijo cumpla su responsabilidad. La cama deshecha, en realidad es molesta para la madre!!! A los chicos ver el cuarto hecho un lío no les molesta hasta que buscan algo que necesitan urgentemente.

En las etapas en que desafían la reglas del hogar enojándose o haciéndose los ofendidos, el hablar con tranquilidad nos permitirá explicar que las reglas son un beneficio para ellos mismos, no para los padres. 

Debemos entonces usar cada oportunidad que se presente para hablar sobre el tema hasta que comprendan que el estudio es básico para enfrentar la vida. Si permitimos a nuestros hijos que falten a la escuela cada vez que llueva o hace frío dejamos entrever que los compromisos contraídos pueden ser vulnerados ante la oposición y no tomamos en cuentas escrituras que hablan del beneficio que se obtiene (2 Nefi 2:11)

En Proverbios 22: 6 el Padre nos aconseja “instruye al niño en su camino y aún cuando sea viejo no se apartará de él”, lo que significa que el niño absorbe lo que le transmiten, con tal intensidad, que lo influencia durante toda su vida. Es poco el tiempo que tenemos por lo que debemos aprovecharlo al máximo. Los hijos tienen derecho a crecer en un hogar estable, en el que padres presiden con amor y justicia enseñando la doctrina y también los beneficios del buen humor. Los hijos a su vez entenderán que el sacrificio del estudio redundará en beneficio para ellos al darle armas para defenderse en la vida.

A los padres nos queda la satisfacción (o no) de haber hecho todo lo que pudimos para que los hijos enfrenten la vida con integridad.

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