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LA VERDAD RESTAURADA

El nuevo jugador madridista es un hombre comprometido y practicante de la religión mormona.

El nuevo jugador madridista es un hombre comprometido y practicante de la religión mormona.

REALMADRID.COM - El nuevo fichaje del Real Madrid de baloncesto destaca, además de por ser un alero muy completo y con un aceptable tiro de tres, por ser una persona muy solidaria y humana. Tras el fallecimiento de su madre, Travis Hansen se marchó como misionero a Santiago de Chile cuando tenía 19 años a predicar la religión mormona, una promesa que le hizo antes del fatal desenlace. Allí permaneció tres años, siguiendo las reglas que marcaban sus creencias, y dejando a un lado el mundo del baloncesto para ayudar a los demás. Al volver se dedicó plenamente a su deporte preferido, pero sin dejar a un lado su faceta más solidaria. En 2007 creó con su mujer una fundación para ayudar a los niños más desfavorecidos de todo el mundo.

Travis Hansen siempre ha sido una persona muy familiar. Es hijo de Scout y Laurie Hansen y tiene cuatro hermanos, dos chicas y dos chicos. Ellas también jugaron al baloncesto, llegando a ser McDonald’s All American y Campeonas Nacionales en su año senior. Todos ellos practican la religión mormona, siendo miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.Antes de comenzar su etapa universitaria su vida dio un giro por una fatal noticia. A su madre le diagnosticaron un cáncer de páncreas y decidió quedarse cerca de casa, uniéndose al equipo universitario Utha Valley State College de baloncesto. Laurie murió a finales de año, pero antes del trágico desenlace le prometió a su madre que se iría de misionero. En 1997, cuando tenía 19 años, cumplió su promesa y se marchó a Santiago de Chile para predicar la iglesia mormona, apartándose durante tres años del mundo del deporte que más le gustaba. Allí siguió las tradiciones de su religión, no pudiendo ligar ni jugar al baloncesto, y con unas pocas horas libres a la semana que dedicaba a lavar la ropa y a comprar. Se levantaba muy temprano, alrededor de las 6:30, y tenía una hora de estudio personal, que lo dedicaba a leer la Biblia, el Libro del Mormón y a estudiar español. Siempre iba con la indumentaria típica y con su Libro bajo el brazo, paseando por las calles y llamando a las puertas de las casas intentando convencer a los jóvenes sobre la realidad mormona y el espíritu de Jesucristo. Su grupo también realizaba servicios a la comunidad, como construir casas para familias desfavorecidas.

En 2007 creó una Fundación con su mujer

Tres años después regresó a Estados Unidos y prosiguió su carrera como alero en el equipo de baloncesto de la universidad de Brigham Young, y posteriormente jugó en la NBA. Eso sí, siempre se ha sentido orgulloso de su etapa en Chile y no se cansa de decir que volvería a repetir la experiencia sin pensárselo dos veces.

Su espíritu solidario sigue creciendo. En 2007 creó junto a su mujer LaRee la Fundación Little Heroes Fundation, que tiene como objetivo ayudar a los niños de todo el mundo. “Nuestra misión y visión es que cada persona nacida en la tierra tiene capacidad de hacer algo positivo en el mundo”, asegura Hansen. Entre otras tareas diseñan proyectos que mejoran la educación, los cuidados médicos y las condiciones de vida de los niños, además de enseñar a la gente cómo ayudar a otras personas. El proyecto ha sido apoyado por muchos otros jugadores de baloncesto, entre ellos Henry Domercant, que actualmente milita en el equipo italiano del Montepaschi Siena.

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