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LA VERDAD RESTAURADA

Principios

Principios

Recibí la asignación de hablar acerca del llamamiento de misioneros. El Señor nos ha mandado predicar el evangelio. Las escrituras repiten ese mensaje más de ochenta veces: “Predicad el evangelio a toda nación, tribu, lengua y pueblo”, y esa es razón suficiente para hacerlo. Quisiera añadir otra razón para llamar misioneros. Creo que si tan sólo comprendiéramos, si pudiéramos captar el significado de ello, nos impulsaría tomar una mayor determinación de asegurarnos de que todo joven se encuentre digno de recibir un llamamiento misional.

Salvo aquellos que tengan algún serio impedimento, todo joven debe ser lo suficientemente digno para recibir un llamamiento misional.

Si pudieseis comprender lo que quiero comunicaros acerca del llamamiento de misioneros, comprenderíais que éste no sólo es esencial para el crecimiento de la Iglesia sino también para su seguridad. Supongo que el mejor título para lo que quiero decir sería la sencilla palabra: Principios. Es mi intención expresar ideas acerca de los principios fundamentales del gobierno del sacerdocio, y luego presentar algunos ejemplos de cuán esenciales son en el gobierno de la Iglesia, y finalmente aplicarlos a la obra misional. Estos principios, por supuesto, se aplican a todos los aspectos de la obra de la Iglesia.

Sabemos que la tarea de los líderes del sacerdocio es interminable. Aun si dedicaran todo su tiempo, no lo podrían hacer, y por supuesto, tienen que proveer para sus familias y ser ciudadanos responsables. Si ese es el caso, ¿cómo pueden elegir lo correcto?

De todo lo que tienen que hacer, ¿cómo pueden sabiamente discernir cuáles son las tareas que pueden delegar? Las responsabilidades de los líderes locales se pueden colocar en las siguientes categorías:

 

Tenemos que mantener una organización, con el problema constante de buscar personal.

Tenemos que dirigir programas.

Tenemos que apegarnos a una serie de normas y procedimientos.

Tenemos que administrar reglas oficiales.

Por último, tenemos que honrar y enseñar principios.               

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