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LA VERDAD RESTAURADA

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LAS LEYES EN LA IGLESIA DE CRISTO (DyC 42)

LAS LEYES EN LA IGLESIA DE CRISTO (DyC 42)

El 2 de enero de 1831, "en presencia de toda la congregación" de la Iglesia de Cristo reunida en una conferencia trimestral en Fayette, Nueva York, José Smith recibió la "palabra del Señor."1 La revelación le mandó a los Santos que se trasladaran "a Ohio" e incluyó la siguiente declaración: "y allí os daré mi ley" (DyC 38: 32). En cumplimiento de esta promesa, el 9 de febrero de 1831, unos días después de que José y Emma Smith llegaron a Ohio, doce élderes "fueron convocados, y unidos en poderosa oración, y estuvieron de acuerdo, en lo respecta a la Ley."2 En esa ocasión, José recibió las "Leyes de la Iglesia de Cristo," o simplemente "la Ley" que es como era conocida comúnmente entre los Santos.3 Dos semanas después, José le escribió a Martín Harris: "Desde que llegamos aquí, hemos recibido las leyes del Reino y los discípulos de estos lugares las han recibido con alegría."4 Al día siguiente, 23 de febrero, El Profeta y siete élderes se reunieron para determinar "la forma en que los élderes de la Iglesia de Cristo deben actuar sobre los puntos de la Ley."5 Como resultado, se registraron varios párrafos de instrucción adicionales, que comprenden lo que hoy es Doctrina y Convenios 42: 74-93. Las revelaciones de esos dos días constituyen lo que hoy es la sección 42, el tema de este estudio. Lo que sigue es un análisis del texto y el contenido de este importante documento. En todo este estudio, aunque las citas de las revelaciones se tomaron de los primeros manuscritos, para facilidad de la referencia, debido a la variación en la forma de dividir por versículos y en numerar las revelaciones en los primeros años, se citarán las secciones y números de versículos de la actual Doctrina y Convenios. 

Análisis del Texto

Aunque prácticamente ninguna de las copias de los dictados originales de las revelaciones que recibió José Smith han sobrevivido, en muchas instancias existen copias de los manuscritos que fueron preparadas antes de la publicación original. A la fecha, existen cinco copias de la Ley, que se sabe que fueron registradas antes de julio de 1832, que es cuando los primeros impresores de la Iglesia en Missouri publicaron la primera parte en The Evening and Morming Star al que los primeros Santos de los últimos Días se referían como "the Star").6 Solamente uno de los cinco manuscritos incluye todo el texto dado en las fechas 9 y 23 de febrero (ver la gráfica adjunta) pero todos tienen el material del 9 febrero que es considerado el núcleo de la Ley, o sean los versos 11 al 69 en la Doctrina y Convenios actual. De los cinco manuscritos, tres de ellos contienen texto revelado en ambos días, lo que indica que los copistas percibieron una relación natural entre la articulación inicial de la Ley del 9 de febrero y las instrucciones con respecto a "como actuar sobre la ley" registradas el 23 de febrero. Aunque los impresores en Missouri decidieron publicar por separado en el Libro de Mandamientos el material de cada día (no lo habían hecho así en uno de los dos extractos que publicaron el año anterior en la Star), la Primera Presidencia a cargo de compilar la Doctrina y Convenios en 1835, consideró que ambas revelaciones estaban conectadas y las publicaron como una sola sección. No se hizo mención de su naturaleza compuesta en el encabezado de la sección (y tampoco se ha hecho en ninguna de las ediciones siguientes de la Doctrina y Convenios) y se anotó la fecha de recepción como el 9 de febrero de 1831. 7 

Composición de las Versiones que se Conocen de la Sección 42, Anteriores a 1835 

Además del hecho poco conocido de que la sección 42 contiene material recibido con dos semanas de separación, hay otro aspecto poco conocido. La parte recibida el 9 de febrero parece que consiste de respuestas a cinco preguntas específicas presentadas por José Smith y sus colegas. Aunque estas preguntas no fueron incluídas en las versiones publicadas de las revelaciones, dos de los cinco manuscritos las tienen, y nos ofreces perspectivas valiosas acerca de cómo está organizada y del contenido de esta sección. Las cinco preguntas y el orden textual en que se enmarcan son: 

1. "¿Debe la Iglesia congregarse en un lugar o permanecer como están en cuerpos separados?" (Contestada en los versículos 1 al 10);

2. "¿[Cuál es] la Ley que regula a la Iglesia en su situación actual hasta el tiempo de su congregación[?]" (Contestada en los versículos 11 al 69);8

3. "¿De que manera deben procurar por sus familias los élderes que estén proclamando el evangelio o de otra forma ocupados en el servicio de la Iglesia?" (Contestada en los versículos 70 - 73);9

4. "¿Cuál es el deseo del Señor con respecto a que tuviéramos tratos con el mundo y cómo debíamos conducirnos con ellos?" (contestada en varias frases que fueron eliminadas cuando se publicó la Doctrina y Convenios);

5. "¿Qué preparativos debemos hacer para nuestros hermanos del este y cuando y cómo?" (Fue contestada también con texto que fue eliminado cuando se publicó la Doctrina y Convenios). 

La última parte de la Ley, registrada dos semanas después el 23 febrero 1831, también está en unidades separadas: versículos 74 -77 y 78-93 . Antes de ser publicadas en la Doctrina y Convenios, estas dos unidades aparecían en orden inverso en cada manuscrito o publicación que las contenía. Por tanto, el documento concluía siempre con los versículos 74-77. La siguiente gráfica muestra las distintas combinaciones de las siete unidades de texto que se encontraron en cada uno de los manuscritos o publicaciones anteriores a 1835 que aún existen. En cada instancia, los siete grupos contienen precisamente el mismo material textual, lo que demuestra que, constantemente, los percibían como unidades de texto distintas. Descargar y seguir leyendo

COMPROMETIENDOSE

COMPROMETIENDOSE

No crecí teniendo el evangelio en mi hogar, pero debido a una maestra que tuve cuando era joven obtuve un testimonio personal acerca de la realidad del amor de mi Salvador. Mi maestra no vivía dentro de los límites de nuestro barrio, ni tampoco asistí jamás a ninguna de sus clases formales, pero a pesar de eso la reconozco como mi maestra. A mi maestra se le invitaba frecuentemente a discursar en la Iglesia, y ella me invitó a que fuera su ayuda visual. Después de que ella había instruido amplia y claramente a la congregación, me pedía que cantara “Yo sé que vive mi Señor” como ilustración de los principios que había enseñado. Me sentía halagada por la invitación, y cantaba con todo mi corazón para agradar y honrar a mi mentora, pero algo más sucedió durante ese proceso. Mientras cantaba las palabras del himno, lo supe; supe que lo que estaba cantando era verdad. Supe que Él en realidad vive y que “me ama para siempre Él”. Supe que en realidad Él era “mi amigo fiel”1. Lo supe. Mientras aplicaba mi voz a esa tarea y ofrecía lo mejor de mi talento juvenil, el cielo grabó en mi alma la realidad de las cosas que estaba cantando.

Durante una orientación para los nuevos estudiantes en BYU, una presentadora muy dinámica comenzó diciéndoles que había muchos mitos acerca de BYU. Les aseguró que muchos de esos mitos eran ciertos, incluyendo el que los estudiantes se comprometían mucho. “De hecho –continuó— he estado comprometida varias veces. Me pongo la meta de comprometerme cuando menos cinco veces por semestre”. Los nuevos estudiantes estaban asombrados y riéndose. Ella continuó: “Les sugiero que llamen a sus padres al fin del semestre, aunque sería mejor al terminar esta clase, y les digan que ya se comprometieron”. Ella no se estaba refiriendo al compromiso matrimonial, sino a que se dedicaran a estudiar. Mi servicio como ayuda visual no era tan importante para el éxito de la lección de mi maestra, pero comprometerse a aprender era esencial para lograr un cambio de corazón.

La meta de un compromiso auténtico por parte del estudiante se puede ilustrar con una lección acerca de una manzana. Una maestra que quisiera que sus alumnos aprendieran lo que es una manzana podría pararse frente a ellos y dar una presentación muy bien preparada en la que documentara todas las características de una manzana. Lo probable es que los alumnos saldrían de la clase con más información de la que tenían cuando llegaron. La maestra también podría llevar a la clase la fotografía de una manzana. Esos estudiantes sabrían aún más por haber participado visualmente en el tema. La maestra podría incrementar el alcance de la conexión sensorial si llevara una manzana a la clase a fin de que los estudiantes la vean, la huelan y la palpen. Pero mejor que todo, la maestra que espere dejar una impresión duradera en sus estudiantes podría llevar una manzana a la clase —quizás distintas variedades de manzanas— y ofrecerles probadas de todas ellas. Los estudiantes que participaran totalmente saldrían del salón de clases conociendo el tema personalmente porque se les invitó a que actuaran para que lo enseñado llegase a ser de ellos.

La investigación psicológica demuestra que la gente es más dada a basar sus pensamientos en su comportamiento que a basar su comportamiento en sus pensamientos. Dicho simplemente, si sonreímos, en verdad seremos más felices; si silbamos una melodía alegre, tendremos menos miedo; y si contamos nuestras bendiciones, sentiremos mayor gratitud. O como enseñó el Profeta José Smith, “La fe es un principio de acción”2. Recibimos un testimonio de la verdad y crecemos en la fe al vivir el evangelio. El aprendizaje y la conversión suceden mejor al practicar porque “el que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios” (Juan 7:17). Yo canté “Yo sé que vive mi Señor”, y mientras cantaba esas estrofas, su veracidad se convirtió en mi propio testimonio. El mensaje llegó a ser mío mientras hacía algo al respecto. Esa acción le permitió al Espíritu la oportunidad de sellarlo en mi corazón y me ayudó a saberlo y recordarlo.

Una maestra muy concienzuda que permitió la participación de sus alumnos entendió la diferencia entre el impacto de un entorno pasivo y el de un ambiente activo en el salón de clases. Ella arregló sus salones de clases para que fueran talleres para los estudiantes en vez de salas para las disertaciones de la maestra. Para enseñarles a sus alumnos de once años acerca del sacerdocio, en vez de darles un sermón acerca de los deberes y de la importancia de la ordenación que pronto recibiría ese grupo de potenciales jóvenes inquietos, ella los llevó a la pila bautismal vacía y les pidió que entraran a ese promisorio lugar y que leyeran las escrituras que contienen el convenio bautismal. Juntos, recordaron los detalles de sus propios bautismos. De allí, el grupo participante se fue a la mesa sacramental, donde leyeron y comentaron las escrituras relativas al sacramento, incluyendo las oraciones sacramentales. Desfilaron hasta la oficina del obispo, en la que cada jovencito recibió una papeleta de donaciones y procedieron a llenarla. Comentaron juntos la importancia de esas donaciones y la forma en que usan para ayudar a los necesitados. Terminaron la actividad con dos misioneros que les relataron algunas de las experiencias espirituales que gozaban en su misión. Esos jovencitos de 11 años pudieron hacer preguntas y se les permitió inspeccionar las tarjetas de planificación diaria de los misioneros, el manual Predicad Mi Evangelio y los gafetes de identificación. Al final de esa clase participativa, esos jovencitos entendieron el sacerdocio de forma más profunda y personal debido a que estuvieron, y participaron de una forma activa y multisensorial, en los lugares y en las prácticas relacionadas con el sacerdocio.

Los juegos interactivos pueden ser formas eficaces y satisfactorias de involucrar a los estudiantes en el aprendizaje. El antiguo acrónimo de los niños exploradores, KISMIF [Sus siglas en inglés representan “Keep It Simple, Make It Fun”, que significa “Mantenlo simple, hazlo divertido”.], sigue siendo una guía valiosa. Los escritores John Newstrom y Edward Scanell en su obra The Big Book of Team Building Games sugieren que los juegos en el salón de clases son útiles para explicar claramente un punto; para elevar la moral del grupo; para fomentar la confianza entre los miembros del grupo al compartir sus ideas y buscar soluciones comunes; para promover la flexibilidad entre los estudiantes; y para reforzar los comportamientos adecuados tales como la cooperación, el escuchar y la creatividad. Los juegos son económicos, participativos y de bajo riesgo. Un maestro descubrió que un juego llamado “Bingo para conocerte” al principio de un curso de seminario matutino en un grupo formado por alumnos de cinco diferentes escuelas estableció un terreno común y creó puentes de comunicación entre los estudiantes que no tenían una conexión inmediata. Se efectuó una conexión entre dos estudiantes que eran buceadores certificados; uno de ellos era una muchacha de la escuela al otro lado del estacionamiento. El otro era un muchacho con deficiencias auditivas que asistía una escuela especializada a varias cuadras de distancia. Ambos aprendieron que tenían algo en común en lugar de seguir creyendo que eran muy diferentes. Descargar articulo completo y seguir leyendo

Los peligros de la superchería sacerdotal

Los peligros de la superchería sacerdotal

Hoy deseo enfocarme en el tema de la seguridad.Antes de ir a la misión, trabajé en una fábrica en donde se soldaba equipo agrícola. Se nos enseñaron las medidas de seguridad de la fábrica y en el uso de la maquinaria. Existían ciertas normas y prácticas de seguridad que se debían observar, como las que indicaban el tipo de zapatos que teníamos que usar. 

También he visitado algunas minas. Es interesante saber que aun a los visitantes se les brinda cierta capacitación acerca de la seguridad y se les entrega cierto equipo de protección antes de que entren a la mina. Las minas modernas tienen dispositivos que verifican la calidad del aire para que si hubiera algún problema, los mineros reciban la advertencia y puedan salir rápidamente de la mina. Antes de que se desarrollaran los sistemas modernos, los mineros acostumbraban bajar a las minas llevando algunos canarios. Los canarios eran más susceptibles a los gases venenosos y se asfixiaban antes de que los mineros resultaran afectados. Si el canario se moría, los mineros sabían que tenían que salir de inmediato. Este era un tipo de aviso oportuno. 

La meta de la capacitación sobre la seguridad en las fábricas, la minería, y en otras industrias es la de eliminar las situaciones peligrosas, reducir los accidentes y salvar vidas. Nunca he pensado realmente que el Sistema Educativo sea una profesión peligrosa, al menos en lo que respecta a los accidentes físicos. Sin embargo, sí tenemos peligros espirituales. 

Cuando el élder Jeffrey R. Holland era el Comisionado de Educación, nos dio un mensaje en el que se refirió a las precauciones que toman los patrones en las industrias para la seguridad de sus empleados: “Nuestra propia ocupación tiene peligros especiales, si es que los puedo llamar así; y nuestros patrones tienen la misma preocupación amorosa. Espero que nuestros recordatorios continuos no sean vistos como falta de fe o de confianza en ustedes. Ciertamente no lo son. Son, como los avisos que se ponen en el lugar en donde se guardan los explosivos, un recordatorio. Siempre están ahí—para nuestro bien—y supongo que siempre deben estar allí.” 

Existen varios riesgos de trabajo a los que nos enfrentamos. Algunos no son exclusivos de nuestra profesión pero sí pueden afectar nuestro empleo. Por ejemplo, podemos perder el empleo en el SEI si no estamos al corriente con nuestras obligaciones financieras. 

En el mundo, actualmente, existen muchos problemas matrimoniales y divorcios. El matrimonio y la vida hogareña de un empleado, en la mayoría de los empleos, no hace ninguna diferencia para saber si puede conservar su trabajo. Pero en el SEI, debido a la importancia que el Consejo de Educación pone en la necesidad de que haya buenos modelos en las aulas, eso sí hace una diferencia. 

No mantener una relación apropiada con los estudiantes puede ser otro peligro. Cada año perdemos gente a causa de que no son cuidadosos y no han seguido los consejos. Ya se ha hablado de esto en muchas ocasiones, así que no lo haré hoy. Solamente una vez más les digo, por favor sean cuidadosos en su trato con los estudiantes. 

Otro desafío que tenemos es el de conservar la pureza doctrinal. Hablando de este peligro, el élder Jeffrey R. Holland dijo: 

Hermanos y hermanas, por favor sean cautos, limitados y totalmente ortodoxos en todos los asuntos de doctrina de la Iglesia. Como han de suponer, este es un tema de gran preocupación para las Autoridades, nuestros patrones en esta gran obra. Y aunque nos aman y nos ayudan y confían en nosotros, en lo individual y como grupo—y de verdad lo hacen—no pueden dejar de responder cuando algún miembro de la Iglesia se queja porque piensa que en el salón de clases se toman posiciones doctrinales o históricas no apropiadas. En vista de este peligro que constantemente se nos presenta . . . les menciono estas precauciones y recordatorios. . . .

Con un límite adecuado, lo que enseñemos debe estar en armonía con los profetas y con las santas escrituras. No hemos sido llamados para enseñar doctrinas exóticas, emocionantes o que sirvan a nuestros fines personales. Ya tenemos bastante ocupado nuestro tiempo de enseñanza con comunicar efectivamente los principios básicos y fundamentales para la salvación. . . . Sigan estudiando durante toda su vida, pero sean precavidos y limiten su instrucción en el aula a lo que las Autoridades prescriben. Escuchen con atención y vean que es lo que ellos deciden enseñar en la Conferencia General—y ellos han sido ordenados. 

Hay otra preocupación que estamos enfrentando. Estamos instalando el acceso a Internet en nuestras computadoras en los Seminarios, en los Institutos de Religión y en las Oficinas Administrativas. Hermanos y hermanas, al abrir esta puerta, necesitamos ser muy cuidadosos. La Iglesia, no solamente el SEI, tiene en vigor una política de cero tolerancia en cuanto a la pornografía y el uso de Internet para ver pornografía en el equipo de la Iglesia. Pueden perder su trabajo en un día. No nos gusta ver que eso suceda y esperamos que entiendan lo serio que es eso. De hecho, el sistema de filtros que se usa actualmente puede generar reportes que incluyan todos los sitios de Internet que se visiten desde cada computadora del SEI. Espero que sean muy cuidadosos. En el futuro, si ustedes muestran una adicción personal o patrón de uso de pornografía, con los equipos del SEI o no, el resultado final sera la pérdida de su trabajo. Esta gran plaga está muy difundida en el mundo, pero no podemos tenerla en nuestras filas. Debemos tener el Espíritu cuando enseñamos a esta hermosa juventud. Los profetas nos han amonestado acerca de este mal y debemos ser ejemplo de limpieza en este asunto. 

Los peligros de la superchería sacerdotal 

Hay un cierto número de peligros que pueden ser exclusivos de nuestro tipo de profesión, pero hoy deseo centrarme solamente en uno de estos. Me refiero al peligro de la superchería. No sé cuánto tiempo hemos usado anteriormente para capacitar en este tema—tal vez no hemos usado ese nombre.DESCARGARLO COMPLETO Y SEGUIR LEYENDO

LA RELEVANCIA DE JOB EN EL SIGLO XX

LA RELEVANCIA DE JOB EN EL SIGLO XX

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LA CONVERSIÓN

LA CONVERSIÓN

Una joven hizo esta interesante pregunta: "Yo nací en una familia miembro de la Iglesia, por lo que sus enseñanzas y tradiciones me son familiares y estoy acostumbrada a ellas, pero, ¿cómo puedo saber si estoy realmente convertida y no solo acostumbrada al Evangelio?"

Aunque la pregunta fue respondida en aquella ocasión, desde entonces he pensado varias veces en lo que la conversión significa, tanto para alguien que ha nacido en un hogar Santo de los Últimos Días, como para quien que se une a la Iglesia en un momento posterior de su vida. En esta oportunidad quisiera volver sobre esta interrogante, atendida su vital importancia. Al hacerlo, me parece oportuno agradecer a esta joven por su sincera inquietud, ya que esta es una de las preguntas importantes de la vida y, encontrar la respuesta a ella, uno de los hallazgos más valiosos de nuestra existencia.

"Convertir", según el diccionario significa "cambiar", "mudar", "modificar"; por lo que la conversión de la que hablamos implicaría un cambio en la forma de vida. Aunque cambiar nuestra conducta es parte de la conversión, tal cambio no constituye per se conversión ya que, como veremos, esta tiene un componente interno que involucra al corazón o sentir de las personas. Las vidas de Lamán y Lemuel nos muestran que los cambios externos no implican necesariamente conversión; ellos tuvieron varios cambios de conducta que fueron positivos, pero no se convirtieron verdaderamente: "... de tal manera que ablandaron sus corazones, y cesaron en sus esfuerzos por quitarme la vida. Y sucedió que se sintieron apesadumbrados de su maldad, al grado de que se humillaron delante de mí, suplicándome que les perdonara aquello que habían hecho conmigo" (1 Nefi 7:19-20). Estos hijos del padre Lehi fallaron en los cambios menos perceptibles a simple vista, aquellos que se desarrollan en la mente y en el corazón de las personas; en otras palabras, la disposición de sus almas nunca cambió.

También existe otra definición lingüística para la palabra "convertir" que es muy interesante, y esta es "reconciliar". De ello se sigue que, estar convertido significaría estar reconciliado o en armonía. ¿Reconciliado o en armonía con quién? Me gusta esta definición porque en ella subyace un principio eterno. Nuestra naturaleza es ser hijos de Dios y esta misma naturaleza nos llama a estar con Él, pero el pecado nos aleja de Su presencia y, si según Pablo, todos pecamos y estamos destituidos de la gloria de Dios (véase Romanos 3:23), la conversión no viene a ser otra cosa que reconciliarnos o volver a estar en armonía con nuestro Dios y Padre o, en otras palabras, con nuestra naturaleza de hijos de Dios.

Una verdadera conversión implica una mutación del alma, un cambio interior que nos hace aceptar voluntariamente a Dios como parte esencial de nuestra vida. Alma hijo, habiendo experimentado en carne propia una conversión grande y excepcional, enseñaba con poder esta verdad. Él entendía claramente que no basta con una modificación de nuestra conducta. Así, después de enseñar el principio de la conversión a los miembros de la Iglesia de Zarahemla, les preguntó si habían nacido espiritualmente de Dios; si habían recibido Su imagen en sus rostros o sí habían experimentado un gran cambio en sus corazones (véase Alma 5:14).

Es posible que una persona que ha nacido en un hogar de miembros de la Iglesia no sienta cambios en su vida, ya que probablemente ha vivido siempre las normas del Evangelio como algo natural, tal como la jovencita de la pregunta. En estos casos el miembro de la Iglesia puede contemplar su vida, sus pensamientos y deseos, los hechos de su diario quehacer y ver si estos se encuentran en armonía con la voluntad de Dios y si conscientemente acepta Su voluntad en su existencia. Sobre este respecto, es útil también recordar que el cambio puede manifestarse de diferentes maneras, como por ejemplo, cuando tenemos el deseo de hacer la voluntad de Dios sin mediar compulsión; cuando sentimos que Dios y Su Hijo Jesucristo son importantes en nuestra vida, cuando tenemos la necesidad de contar con la compañía del Espíritu Santo; cuando sentimos que debemos arrepentirnos de lo malo, cuando deseamos hacer el bien a nuestros semejantes, entre otras.

Es necesario enfatizar que no hay que buscar cambios bruscos y asombrosos; de hecho, conversiones de este tipo, son la excepción. Ha habido sobre la Tierra personas cuyo cambio de corazón fue algo instantáneo, se convirtieron en un solo evento, el mismo Alma hijo es buen ejemplo de ello. Pero como ya se ha señalado, para la mayoría de nosotros la conversión será un proceso que irá ocurriendo con el tiempo, que puede tomar años o incluso toda la vida. Es decir, nuestro corazón va a ir cambiando a través de las épocas, quizás imperceptiblemente, probablemente sin ángeles y sin estruendos, pero lo cierto es que, si decidimos cambiar, entonces llegará el momento en que sentiremos -o nos daremos cuenta con la certeza de nuestra propia existencia -que nuestro corazón es distinto, que amamos a Dios, que queremos llevar la clase de vida que agrada a nuestro Padre Celestial, pero que a la vez nos agrada también a nosotros.

Un buen ejemplo del proceso de conversión de una persona que era hijo de miembros de la Iglesia es el de Nefi, hijo de Lehi. Cuando su padre habló concerniente a la voluntad del Señor de que él y sus hermanos deberían volver a Jerusalén por las planchas de bronce, el respondió de una manera notable: "... Iré y haré lo que el Señor ha mandado, porque sé que él nunca da mandamientos a los hijos de los hombres sin prepararles la vía para que cumplan lo que les ha mandado" (1 Nefi 3:7). Pero lo verdaderamente relevante no es la respuesta, sino lo que hizo a Nefi capaz de decirla. Antes de pronunciar esta recordada frase, él decidió que era importante preguntar a Dios sobre lo que su padre había dicho, no para cuestionarlo, sino para conocer por sí mismo la voluntad del Señor : "Y sucedió que yo, Nefi... clamé por tanto al Señor; y he aquí que él me visitó y enterneció mi corazón, de modo que creí todas las palabras que mi padre había hablado... " (1 Nefi 2:16). En una ocasión posterior, luego de escuchar la visión que su padre había tenido acerca del Mesías, él deseó ver y escuchar las mismas cosas. Nefi era un fiel joven hijo de miembros, pero para llegar a ser el profeta que fue, debió aprender y tener experiencias que lo convirtieron, que le permitieron crecer y desarrollar su confianza en el Señor. Él no se quedó esperando que algo sucediera, ni tampoco quiso permanecer neutral o indeciso, sino que decidió tomar un rumbo en su vida y ese rumbo fue acercarse al Señor, conocerlo más, amarlo más y por eso preguntaba en oraciones y el Señor le respondía.

Felizmente, la oportunidad de acercarse a Jesucristo y obtener un testimonio personal de Él, está al alcance de todo el que lo quiera. De hecho, el Señor nos invita abierta y amorosamente a venir a Él.

 

 

TRADUCCIÓN Y PUBLICACIÓN DEL LIBRO DE MORMON

TRADUCCIÓN Y PUBLICACIÓN DEL LIBRO DE MORMON

Las opiniones expresadas en este artículo son las opiniones del autor y no representan la posición del Instituto Maxwell, la Universidad Brigham Young, o La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

1994 por Stephen D. Ricks. Transcripción de una conferencia presentada en el marco de la serie de conferencias del Libro de Mormón. 

 Me complace estar en condiciones de pasar algún tiempo con ustedes el día de hoy hablando de la traducción del Libro de Mormón. Tengo la esperanza de que al final de la conferencia de hoy podamos conocer un poco más acerca de lo que José Smith dijo y pensaba sobre la traducción del Libro de Mormón. 

1. ¿Qué dijo José Smith?

2. ¿Lo qué otros -asociados, colegas y compañeros de trabajo, que lo conocieron en ese período de tiempo- dijeron sobre el proceso de traducción?

 3. Y más allá de eso, hacer las preguntas que se refieren específicamente a los medios y el método que se utilizó en el proceso de traducción. Por medios me refiero a los instrumentos, los objetos que se utilizaron. Y descubrir lo que podemos aprender de eso.

 4. Además de que, finalmente, ¿qué método se utilizó en el proceso de traducción? ¿Cómo es que José utilizo efectivamente estos instrumentos, los objetos que le fueron dados, a fin de ser capaz de traducir? Estas cuatro preguntas son las que espero podamos discutir. 

Todos estamos familiarizados, en mi opinión, con la ahora famosa carta a Wentworth, la carta que contiene los trece artículos de fe, en la que José describe el auge y el progreso de la Iglesia. En esta carta también se describe un poco acerca de la traducción del Libro de Mormón. Dijo que el Libro de Mormón fue traducido por medio del Urim y Tumin, mediante el don y el poder de Dios. En otras ocasiones utilizó un lenguaje similar en relación con el proceso de traducción. En una carta que escribió a una persona muy popular, a quien se refirió como “el ministro judío Josué”, dice que la traducción se produjo por el don y el poder de Dios. Y en otros lugares, donde habla de la utilización del Urim y Tumin, o los Pectorales, o los intérpretes nefitas, como se denominan en el Libro de Mormón (y aquí debo añadir que el término entre paréntesis Urim y Tumin que se utilizan normalmente para describir los objetos o los instrumentos que se utilizaron para la traducción, en realidad nunca se encuentra así en el Libro de Mormón), siempre y en cada ocasión simplemente utilizo la frase de que fueron usados por el don y el poder de Dios. Podemos preguntarnos, por qué es que José era tan reticente a responder a esta pregunta con más detalle? Y sabemos que así fue, porque en 1831, en la Conferencia de octubre en Orange, Ohio, su hermano Hyrum, tan amado y quién hizo mucho, y que tanto hizo por José, le pidió, frente a la congregación, por favor, si se levantaba y contaba a los asistentes de la conferencia como había, con mayor detalle, relatar exactamente la forma en que el Libro de Mormón fue traducido. Y en respuesta a esa petición, José dijo que no era conveniente para él más que decir lo que ya se había dicho acerca del Libro de Mormón, y fue así que mayores detalles no se proporcionaron. Reticencias que, sospecho, fueron el resultado de algunas malas experiencias que José podría haber tenido desde cuando dio a conocer las cosas sagradas a los individuos. Recordamos, por supuesto, que en el principio cuando José quería que la gente supiese acerca de las experiencias de la primera visión, el resultado fue una mayor persecución de la que él podría haber imaginado.

Hubo otro problema. A principios de la Iglesia, muchos de los primeros miembros de esta comenzaron a creer que era sólo por y a través de la utilización de la piedra del vidente que era posible recibir la revelación. Por lo tanto, comenzaron a sentir que para que fuesen legítimas las revelaciones que estuviesen dándose, era un requisito que la piedra del vidente tuviese que estar allí. José, como veremos, pronto abandonó la piedra del vidente porque se sintió que ya no tenía necesidad de usarla. Esta gente siguió creyendo que la piedra era fundamental. Por lo tanto, creo que a causa de esta actitud entre algunos miembros de la Iglesia, así como la actitud que pudieran tener los sospechosos que se encontraban fuera de la Iglesia, decidió no decir nada más de lo que él dice que hay en estas declaraciones, que “fue por el don y el poder de Dios ” como tradujo el Libro de Mormón. Sin embargo, afortunadamente, otros testigos han dicho más sobre ello. Han hablado tanto en términos de los instrumentos u objetos que se utilizaron con el fin de traducir el Libro de Mormón y además, también hablan en cierta extensión sobre el método que se utilizó. Y me gustaría tenerlos a ellos en cuenta. Durante el proceso de traducción se menciona el uso de dos instrumentos de trabajo. Uno de ellos era la piedra del vidente. Todos, en mi opinión, conocemos la palabra, pero me gustaría que tuviésemos esto en cuenta, por que la palabra vendrá en el contexto de otros significados también. Y, en adición a esta, otra palabra, los “intérpretes”, a veces también llamados los intérpretes nefitas, o los Pectorales. Estos dos objetos parecen haber sido utilizados desde el principio en el proceso de la traducción del Libro de Mormón. La piedra del vidente, hablaremos de ella en primera instancia. Parece que fue inicialmente encontrada por Joseph y su hermano Alvin, cuando trabajaban en la propiedad de Chase Mason en 1822 y es descrita, por uno de los testigos, como del tamaño de un pequeño huevo de gallina, con la forma de un zapato. Estaba compuesta de capas de diferentes colores que pasaban diagonalmente a través de ella. Era muy dura y lisa, tal vez por el hecho de llevarla en el bolsillo.Descargarlo completo

¿ CUAL ES NUESTRA DOCTRINA ?

¿ CUAL ES NUESTRA DOCTRINA ?

Robert L. Millet es profesor de la historia y doctrina de la Iglesia y ex decano de Educación Religiosa en BYU.

Se nos ha mandado enseñarnos “el uno al otro la doctrina del reino”. “Enseñaos diligentemente, —implora el Señor— Y mi gracia os acompañará, para que seáis mas perfectamente instruidos en teoría, en principio, en doctrina, en la ley del evangelio, en todas las cosas que pertenecen al de reino de Dios, que os conviene comprender” (DyC 88:77–78). Pero, exactamente ¿qué debemos enseñar? ¿Qué es la doctrina?

Antes de empezar estos comentarios, permítanme afirmar que entiendo implícitamente que la autoridad para declarar, interpretar y aclarar la doctrina descansa en los apóstoles y profetas vivientes. Por lo tanto, este artículo solamente hablará acerca de la doctrina y en ninguna manera intento enseñar más allá de mi propia mayordomía.


La doctrina: su propósito, poder y pureza

La doctrina es “el grupo básico de enseñanza o entendimiento cristianos (2 Tim. 3:16). La doctrina cristiana se compone de las enseñanzas que deben entregarse mediante la instrucción o la proclamación [...] La doctrina religiosa se ocupa de las preguntas más esenciales y comprehensivas”.1

Además, “la doctrina del evangelio es sinónimo de las verdades de salvación. Contiene las aseveraciones, las enseñanzas y las teorías verdaderas que se encuentran en las escrituras; incluye los principios, los preceptos y las filosofías reveladas de la religión pura; los dogmas, las máximas y las opiniones de los profetas son parte de ella; también los Artículos de Fe son una parte de ella, así como cada declaración inspirada de los agentes del Señor”.2

La doctrina central y salvadora es que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, el Salvador y Redentor de la humanidad; que Él vivió, enseñó, sanó, sufrió y murió por nuestros pecados; y que se levantó de los muertos al tercer día con un cuerpo resucitado glorioso e inmortal (véase 1 Corintios 15:1–3; DyC 76:40–42). El profeta José Smith se refirió a estas verdades centrales como “los principios fundamentales” de nuestra religión y dijo que “todas las otras [...] son únicamente dependencias de esto”.3

El presidente Boyd K. Packer observó: “La verdad, la gloriosa verdad, proclama que existe un Mediador [...] Mediante Él se puede extender la misericordia a cada uno de nosotros, sin temor a ofender la eterna ley de la justicia. Esta verdad es la raíz misma de la doctrina cristiana. Mucho podéis saber del evangelio al ramificarse desde allí, pero si solamente conocéis la ramas y esas ramas no tocan la raíz, si han sido cortadas del árbol de esa verdad, no habrá vida, ni substancia, ni redención en ellas”.4

Tal consejo nos dirige hacia lo que es de más valor, ya sea en sermones o en el salón de clases, y es lo que debe recibir nuestro mayor énfasis. Hay poder en la doctrina, poder en la palabra (véase Alma 31:5), poder para sanar el alma humana (véase Jacob 2:8), poder para transformar el comportamiento humano. “Si la verdadera doctrina se entiende, cambia la actitud y el comportamiento”, ha enseñado el Presidente Packer. “El estudio de las doctrinas del evangelio mejorará el comportamiento de las personas más fácilmente que el estudio sobre el comportamiento humano. Es por eso que enfatizamos tanto el estudio de las doctrinas del evangelio”.5

El elder Neal A. Maxwell también ha indicado que “las doctrinas que se creen y se practican nos cambian y nos hacen mejores, a la vez que aseguran nuestro acceso vital al Espíritu. Ambos resultados son cruciales”.6

Quienes somos maestros asociados con la Iglesia de Jesucristo tenemos la obligación de aprender las doctrinas, enseñarlas apropiadamente y comprometernos a hablar y actuar de acuerdo con ellas. Solo de esta manera podemos perpetuar la verdad en un mundo lleno de error, evitar la decepción, enfocarnos en lo que más importa y encontrar gozo y felicidad en el proceso. El Presidente Gordon B. Hinckley declaró: “He hablado antes acerca de la importancia de conservar pura la doctrina de la Iglesia y ver que se enseñe en todas las reuniones. Me preocupa mucho esto. Los pequeños errores en la enseñanza de las doctrinas pueden llevar a falsedades grandes y malignas”.7

¿Cómo podemos “conservar pura la doctrina”? ¿Qué podríamos hacer?

1. Podemos enseñar directamente de los libros canónicos, las escrituras. Las escrituras contienen la intención, la voluntad, la voz y la palabra del Señor (véase DyC 68:3–4) para los hombres y mujeres de días antiguos y, por ende, contienen la doctrina y las aplicaciones que son tanto oportunas como intemporales. “Y toda escritura dada por inspiración de Dios es útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre [o mujer] de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra” (Traducción de José Smith [TJS] de 2 Timoteo 3:16–17).  DESCARGAR

SERVICIO DE EMPLEO SUD EN CHILE

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A mis queridos Hermanos y Hermanas de Chile les dejo un Blog que puede ser de bastante ayuda en la busqueda de empleo.

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LA ORIENTACIÓN FAMILIAR : UN SERVICIO DIVINO

LA ORIENTACIÓN FAMILIAR : UN SERVICIO DIVINO

Esta ha sido una sesión de la conferencia caracterizada por la espiritualidad y sé que ustedes y yo hemos sido edificados. Se ha declarado: "Donde está el Presidente hay fortaleza; y el saber que él está con nosotros y que está presidiendo infunde fortaleza en toda la Iglesia"1.

El presidente Hinckley ha tenido un programa exhaustivo el año pasado y ha dado su testimonio a miles de miembros y a otras personas en todas partes del mundo. Para muchos, la experiencia fue única, algo que nunca antes disfrutaron los miembros devotos de lugares lejanos con nombres difíciles de pronunciar; él agradece nuestras oraciones a su favor.

Además de tantas otras responsabilidades, el Presidente de la Iglesia recibe mucha correspondencia todos los días; recuerdo una de esas cartas y la comparto con ustedes.

He cambiado el nombre del jovencito que escribe estas líneas, que dicen así:

"Estimado Presidente:

Hola. Me llamo David Smith y vivo en un lugar donde los estorninos son muy malos; hacen nidos en el bote de mi abuelo y en todo el establo de papá y en todas partes. El abuelo y papá piensan que debo matarlos, pero mamá opina que no. Sé que la ley dice que está bien matarlos, pero no le pido su opinión de cazador, sino de líder de la Iglesia.

Atentamente, David Smith.

"P.D.: Un estornino es un ave negra que come los huevos de otras aves y hace otras cosas malas".

Toda carta que llega se contesta. La respuesta, a ésta en particular, la envió el Secretario de la Primera Presidencia, F. Michael Watson:

Estimado David:

Se me ha solicitado acusar recibo de tu carta del 30 de abril dirigida al Presidente de la Iglesia referida a los problemas que has tenido con los estorninos. La Iglesia no tiene una norma oficial en cuanto al asunto; la Primera Presidencia opina que tus padres deben decidir y brindarte la guía apropiada.

Espero que esta información te sea de ayuda.

Atentamente, F. Michael Watson".

No le es posible al presidente Hinckley contestar personalmente cada carta, ni tampoco puede estar en todas partes; tampoco podemos aquellos que le ayudamos llegar a cada miembro de toda nación; sin embargo, por sabiduría del Señor se nos han dado pautas por las cuales los que poseemos el sacerdocio de Dios podemos servir, enseñar y testificar a las familias de la Iglesia. Sí, hablo de la orientación familiar. Repasemos el consejo del Señor y de Sus Profetas con respecto a esta empresa vital.

El obispo de cada barrio de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días asigna a poseedores del sacerdocio como maestros orientadores con objeto de visitar cada mes las casas de los miembros. Van en pareja; con frecuencia un joven del Sacerdocio Aarónico acompaña a un adulto del Sacerdocio de Melquisedec.

El programa de la orientación familiar es una consecuencia de la revelación moderna y comisiona a los ordenados al sacerdocio a "...enseñar, exponer, exhortar, bautizar y velar por la Iglesia... y visitar la casa de todos los miembros, y exhortarlos a orar vocalmente, así como en secreto, y a cumplir con todos los deberes familiares... velar siempre por los miembros de la iglesia, y estar con ellos y fortalecerlos; y cuidar de que no haya iniquidad en la iglesia, ni aspereza entre uno y otro, ni mentiras, ni difamaciones, ni calumnias"2.

El presidente David O. McKay amonestó: "La orientación familiar es una de nuestras oportunidades más urgentes y compensadoras para criar, inspirar, aconsejar y guiar a los hijos de nuestro Padre... Es un servicio divino, un llamamiento divino. Como maestros orientadores, es nuestro deber llevar el espíritu divino a cada hogar y corazón. El amor por la obra y el mejor esfuerzo por llevarla a cabo le brindarán un gran gozo, paz y satisfacción al maestro noble y dedicado de los hijos de Dios"3.

En el Libro de Mormón leemos que Alma consagraba "a todos los sacerdotes y a todos los maestros de ellos; y nadie era consagrado a menos que fuera hombre justo. Por tanto, velaban por su pueblo, y lo sustentaban con cosas pertenecientes a la rectitud"4.

Al cumplir con nuestras responsabilidades en la orientación familiar, seremos sabios si aprendemos a comprender los desafíos de los miembros de cada familia; además, una visita de orientación familiar tendrá más probabilidad de éxito si se realiza una cita de antemano.

El fallecido John R. Burt, con quien serví muchos años en cargos de barrio y de estaca, me narró una experiencia en la que, siendo un jovencito, acompañó a un sumo sacerdote, que era fiel y no tenía pelos en la lengua, a hacer la orientación familiar sin previo aviso a una familia menos activa. Llegaron en un mal momento; se estaba jugando al póquer en una sala llena de humo y cuando los maestros orientadores contemplaron la habitación, el compañero mayor sumo sacerdote se dirigió al joven hermano Burt y exclamó: "iEsta congregación tiene que arrepentirse! Dirige el himno por favor".

En cambio, el compañero menor dijo: "Creo que mejor nos vamos y regresamos otro día".

            Hace algunos años, cuando el Comité Ejecutivo Misional estaba constituido por Spencer W Kimball, Gordon B. Hinckley y Thomas S. Monson, el hermano y la hermana Hinckley auspiciaron una cena para los miembros del comité y sus esposas.

Apenas habíamos terminado una cena deliciosa en la hermosa casa —la que el hermano Hinckley construyó y en la que hizo la mayor parte del trabajo de construcción— cuando súbitamente se escuchó un golpe a la puerta. El presidente Hinckley la abrió y vio a su maestro orientador, quien expresó: "No está mi compañero pero pensé que debía venir a verlos esta noche; no sabía que tenían invitados".

El presidente Hinckley invitó amablemente al maestro orientador a pasar y sentarse y a instruir a los tres Apóstoles y a sus esposas con respecto a nuestros deberes como miembros.

Con un poco de temor, el maestro orientador hizo lo mejor que pudo; el presidente Hinckley le agradeció el haber venido, después de lo cual el maestro orientador, con mucha rapidez, se retiró.

Abraham Lincoln ofreció este sabio consejo, el cual se aplica a los maestros orientadores: "Si deseas que un hombre esté a tu favor, primero convéncelo de que eres su amigo sincero".

El presidente Ezra Taft Benson exhortó: "Más que todo, sean un verdadero amigo de las personas y de las familias que visitan"5.

Tal como el Salvador nos declaró: "...os llamaré amigos, porque sois mis amigos"6.

Un amigo hace más que una visita por compromiso cada mes; un amigo se preocupa más acerca de la gente que de recibir méritos por

haber cumplido con su obligación; un amigo demuestra interés; un amigo ama; un amigo escucha y un amigo hace lo posible por ayudar.

Algunos de los aquí presentes recordarán el relato que el presidente Romney solía contar sobre un supuesto maestro orientador que una vez fue a su casa en una noche fría. Con el sombrero todavía en la mano y meciéndose un tanto nervioso cuando lo invitaron a tomar asiento y dar el mensaje, respondió: "Verá usted, hermano Romney, afuera hace frío y dejé el motor en marcha para que no se detenga; sólo vine para poder decirle al obispo que hice mis visitas".

El hermano Romney, luego de relatar esta experiencia en una reunión de poseedores del sacerdocio, dijo: "¡Podemos hacerlo mejor que eso, hermanos, mucho mejor que eso!".

            La orientación familiar contesta muchas oraciones y nos permite ver situaciones con milagros vivientes. Permítanme ilustrarlo utilizando ocasiones en las que he estado íntimamente relacionado en los años pasados, así como en el presente.

El propietario del café Dick, en Saint George, Utah, es un ejemplo. Dick Hammer vino a Utah durante los años de la Gran Depresión con el Cuerpo Civil de Conservación.

Durante ese período, conoció a una joven Santo de los Últimos Días y se casó con ella, y abrió un café que se convirtió en un popular lugar de reuniones. El maestro orientador de la familia Hammer era Willard Milne; yo conocía a Dick Hammer y había impreso sus menús, tan es así que cuando iba a Saint George le preguntaba a mi amigo, el hermano Milne: "¿Cómo está progresando nuestro amigo Dick?". A lo que generalmente contestaba: "Despacio".

Los años pasaron y apenas hace uno o dos años, Willard me dijo: "Hermano Monson, Dick Hammer se convirtió y se va a bautizar. Tiene 90 años y hemos sido amigos durante toda nuestra vida adulta. Su decisión me hace sentir tan bien; he sido su maestro orientador por muchos años, creo que quince años".

El hermano Hammer en verdad se bautizó y un año después entró en el hermoso Templo de Saint George para recibir las bendiciones de la investidura y del sellamiento.

Le pregunté a Willard: "¿Alguna vez se desalentó por haberle enseñado por tanto tiempo?".

El dijo: "No. El esfuerzo valió la pena. Me siento feliz".

Hace algunos años, antes de partir para presidir la Misión Canadá, con sede en Toronto, Ontario, me había hecho amigo de un señor llamado Shelley, quien vivía en el barrio pero que no había abrazado el Evangelio, a pesar de que su esposa e hijos sí lo habían hecho. Mientras servía como presidente de misión, si se me hubiera pedido que nombrara a alguien que tal vez nunca llegaría a ser miembro de la Iglesia, creo que habría pensado en Shelley. Después de que se me llamó al Quórum de los Doce, recibí un llamado de Shelley; él dijo: Obispo, ¿podría sellar a mi esposa, a mis hijos y a mí en el Templo de Salt Lake?".

Vacilante, contesté: "Pero, Shelley, primero tiene que bautizarse para ser miembro de la Iglesia".

Se rió y dijo: "Ya me hice cargo de eso cuando usted estaba en Canadá. Mi maestro orientador era el guarda peatonal escolar y todos los días, al encontrarnos en el cruce peatonal, hablábamos del Evangelio".

Tuve el privilegio de ver este milagro con mis propios ojos y sentir el gozo con el alma y el corazón. Se realizaron los sellamientos y una familia se unió. Shelley murió poco después de eso, pero no sin antes agradecer públicamente a sus maestros orientadores su fiel servicio.

El élder Mark E. Petersen, al hablar de la activación de los miembros, decía con frecuencia: "El problema es que la gente no está convertida a la Iglesia". Nosotros, el sacerdocio de la Iglesia, no podemos permitirnos el abandonar a las familias en sus capullos, aisladas del cuerpo de la Iglesia.

Hace muchos años, Joseph Lyon, de Salt Lake City, me expresó lo que aprendió en una conferencia que dio un ministro de otra religión al dirigirse a una asociación de evaluación crediticia de Salt Lake City. El ministro audazmente proclamó: "El mormonismo es la filosofía más importante del mundo de hoy.

La prueba más grande para la Iglesia será el advenimiento de la televisión y de la radio, las que tienden a mantener a la gente alejada de la Iglesia", y procedió a relatar lo que yo he llamado el relato de la "brasa caliente": describió una calurosa chimenea, en donde los pedazos de leña se habían avivado, que tenía rescoldos todavía brillantes, de

los que emanaba el calor; luego observó que con una manija de bronce podía remover uno de los rescoldos calientes.

El rescoldo lentamente se apagaría y se volvería negro; no brillaría más ni daría más calor; después añadió que si se ponía otra vez el rescoldo negro y frío donde estaban los pedazos encendidos de carbón, el obscuro rescoldo volvería a encenderse, a brillar y a dar calor, y finalizó de esta manera: "La gente es como los carbones de una fogata. Si se ausentan de la calidez y del espíritu de la participación activa en la Iglesia, no contribuirán al todo, sino que en su aislamiento, cambiarán.     

Así como con los rescoldos que se apartan del calor de la fogata, cuando ellos se aparten de la intensidad del espíritu que genera el ser miembros activos, perderán esa calidez y ese espíritu". El reverendo concluyó sus comentarios expresando: "La gente es más importante que los rescoldos de una fogata".

A medida que los años vienen y van y los desafíos de la vida se hacen más difíciles, las visitas de los maestros orientadores a los que se han ausentado de la actividad en la Iglesia pueden ser la llave que, con el tiempo, abrirá las puertas de su regreso.

Con esto en mente... ¿podemos acaso, hermanos, llegar hasta aquellos de los que somos responsables y traer' los a la mesa del Señor para deleitarse en Su palabra, así como para gozar de la compañía de Su Espíritu, y así no ser "extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios"?7.

El presidente Ezra Taft Benson dijo que la orientación familiar es el "servicio caritativo del sacerdocio"8. No hace mucho recibí una carta conmovedora de la hermana Mori Farmer, la que habla de dos maestros orientadores y del servicio amoroso que proporcionaron a la familia Farmer durante una época en que la familia estaba experimentando circunstancias económicas desfavorables. Cuando se otorgó el servicio, la familia Farmer había viajado a otra ciudad para ir a una reunión familiar. Primero comparto con ustedes la carta que escribieron los maestros orientadores a la familia Farmer, la que la familia encontró pegada con cinta en la puerta del garaje cuando volvieron a casa, y comienza así:

"Esperamos que hayan tenido una gran reunión de familia. Mientras ustedes estaban ausentes, nosotros, junto con más o menos cincuenta de nuestros amigos, tuvimos una 'gran fiesta en su casa'. Queremos agradecerles, desde lo profundo de nuestro corazón, los años de servicio desinteresado que ustedes dos nos han dado.

Ustedes han sido como Cristo, ejemplos de servicio incansable hacia los demás; nunca podremos pagarles por ello y pensamos que sería bueno decirles gracias. Firmado: Sus maestros orientadores".

Cito ahora de la carta que me envió la hermana Mori Farmer:

"Después de haber leído la carta de nuestros maestros orientadores, entramos en la casa con grandes expectativas. Lo que encontramos nos sorprendió de tal manera que no pudimos decir palabra; me quedé levantada toda la noche llorando debido a la generosidad de la gente de nuestro barrio.

Nuestros maestros orientadores habían decidido que iban a reparar nuestras alfombras mientras estuviéramos ausentes; habían dejado los muebles en el patio de enfrente de casa mientras las alfombras se estiraban y se terminaban de colocar; un hombre del barrio se detuvo y preguntó qué ocurría; luego regresó con pintura que valía cientos de dólares y dijo: 'Podríamos aprovechar para pintar la casa mientras todo está afuera'; otras personas vieron los autos en el frente y se detuvieron a ver qué pasaba y, para cuando la semana finalizó, cincuenta personas habían estado ocupadas reparando, pintando, limpiando y cosiendo.

Nuestros amigos y los miembros del barrio habían reparado nuestras alfombras mal puestas, pintado toda la casa, reparado los hoyos de las paredes, habían aceitado y barnizado los armarios de la cocina, puesto cortinas en las tres ventanas de la cocina y de la sala familiar, habían lavado la ropa, limpiado todas las habitaciones de la casa y las alfombras, arreglado los pestillos rotos y muchas otras cosas más.           

Tratando de hacer una lista de las cosas maravillosas que hicieron por nosotros, llenamos tres páginas; todo ello se llevó a cabo entre el miércoles y el domingo, día en que llegamos.

Casi toda persona con la que hablamos nos dijo, con lágrimas en los ojos, qué experiencia espiritual había sido el participar en eso; nos hemos sentido en verdad humildes por la experiencia. Al contemplar nuestra casa, recordamos la gentileza y el gran sacrificio que hicieron al dar de su tiempo, de sus talentos y de su dinero a nuestra familia. Los maestros orientadores han sido verdaderos ángeles en nuestra vida; nunca los olvidaremos, ni nos olvidaremos de lo que hicieron por nosotros".

Otros ejemplos podrían citarse también. Sin embargo, me referiré a un ejemplo para describir qué tipo de maestros orientadores debemos ser.

"Hay un Maestro, cuya vida sobrepasa a todas las demás. El enseñó sobre la vida y la muerte, sobre el deber y el destino; vivió para servir y no para ser servido; no para recibir, sino para dar; no para salvar Su vida, sino para sacrificarla por los demás. Describió un amor más hermoso que la lujuria, una pobreza más rica que el tesoro. Se dijo de este Maestro que El enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. En el mundo de hoy, cuando muchos hombres tienen avaricia de oro y de gloria y los dominan las filosofías de los hombres, recuerden que ese Maestro nunca escribió nada; sólo una vez, escribió sobre la arena y el viento destruyó para siempre Su escrito. Sus leyes no se inscribieron sobre la roca, sino en el corazón de los hombres"9.

Hablo del Maestro de maestros, Jesucristo, el Hijo de Dios, el Salvador y Redentor de la humanidad. El relato bíblico dice de El: "...anduvo haciendo bienes"10. Con El como nuestro Guía y Ejemplo infalible, estaremos capacitados para recibir Su ayuda divina en nuestra orientación familiar. Se bendecirán las vidas; se consolarán los corazones; las almas se salvarán.

En el nombre de Jesucristo. Amén

NOTAS 

1. Harold B. Lee, "Meeting the Needs of a Growing Church", Improvement Era,, junio de 1968, pág. 26.

2. Doctrina y Convenios 20:42, 47, 53-54.

3. David O. McKay, prólogo del libro de instrucción de la orientación familiar: A Divine Service, 1963; citado por Ezra Taft Benson en "Para los maestros orientadores de la Iglesia", Liahona, julio de 1987, págs. 48-49.

4.Mosíah23:17,18.

5. Ezra Taft Benson, "Para los maestros orientadores de la Iglesia", Liahona, julio de 1987, pág. 50.

6. Doctrina y Convenios 93:45.

7.Efesios2:19.

8. Ezra Taft Benson, The Teachings of Ezra Taft Benson, 1988, pág. 225.

9. Véase Thomas S. Monson, "Only aTeacher", Improvement Era, junio de 1970,pág. 91.

10. Hechos 10:38.

BIENESTAR : TRABAJAR ORDENADAMENTE

BIENESTAR : TRABAJAR ORDENADAMENTE

Cuando participamos de una reunión de consejo de barrio es probable que tratemos temas de bienestar según las necesidades que algunas familias pudieran tener en nuestra unidad. Planteado el problema, que en general llega por medio de las Maestras Visitantes, empiezan a surgir las ideas para ayudar a la familia. Por alguna cuestión todavía no descifrada de la naturaleza humana, pareciera que las primeras que surgen suelen ser de compleja ejecución o implican mil factores que deben confluir para que la mayor cantidad posible de personas se vean involucradas. Es así que puede sucedernos como a un amigo mío.

En una reunión de consejo de barrio se había planteado el estado de salud de una hermana que esperaba ser operada de una pierna. Se le hacía muy difícil caminar, debido al dolor, y no asistía seguido a la capilla por la dificultad que le representaban las escaleras de acceso.

Entre todos los miembros del consejo intercambiaron ideas para ayudarla, hasta que alguien recordó la existencia de una silla de ruedas que utilizaba un hermano que ya había fallecido. La silla en cuestión había cambiado de paciente, pero en ese momento estaba disponible.

Mi amigo tuvo que realizar un viaje de 60km para buscar la silla. Él tenía la asignación de llevársela a la hermana.

Al llegar a la casa con la silla de ruedas, ella le abrió la puerta y sorprendida preguntó el motivo de la silla. No existen palabras para describir la cara que puso. Ella no necesitaba una silla de ruedas. Es más: debía estar en movimiento a tiempos muy breves. Hacía una dieta especial preparándose para la operación y todo era cuestión de esperar con paciencia y buen ánimo. Cuando el dolor se lo permitía, iba caminando a la Iiglesia, si bien demoraba mucho tiempo, era parte de la recomendación de su médico.

“Si necesito ayuda no dudaría en pedirle al obispo"-- dijo ofuscada –"pero por ahora me puedo arreglar bien con la ayuda de mi familia. Sí extraño a mis Maestras Visitantes, especialmente las semanas en que el dolor se hace insoportable y no puedo asistir a la iglesia”

La intención de ayudarle era buena, pero nadie había consultado con la familia sobre la manera en que podían hacerlo. La lección se aprendió por la experiencia, lo cual es bueno. Entonces arreglaron cómo ser un buen instrumento en momentos de necesidad teniendo en cuenta todos los aspectos de la misma, y en especial las ideas o propuestas sugeridas por la familia.

Velar por los pobres y necesitados

Cuando las Maestras Visitantes o los Maestros Orientadores visitan las casas de los miembros, estos se convierten en los ojos del Obispo. Ver las necesidades espirituales, físicas o emocionales es tan importante como llevar el mensaje a las familias. Buenas hermanas diligentes y caritativas, ayudarán en el momento a quien esté confundida por el problema que la agobia, a buscar soluciones. Le enseñarán a ser su propia generadora de ideas para sobrellevar los problemas, ordenar su vida, organizar sus prioridades.

Buenos hermanos, podrán enseñarle a quien no pueda resolver sus problemas económicos cómo presupuestar sus ingresos. No es necesario saber cuánto dinero reciben por su trabajo, pero sí es importante que con amor y paciencia puedan hablar de prioridades, gastos fijos, gastos innecesarios y otras maneras de ahorrar.

Cuando la urgencia acosa a una familia entonces tanto Maestros Orientadores como Maestras Visitantes, se convierten en mensajeros y le avisan al Presidente del Quórum o la Presidenta de la Sociedad de Socorro, quienes a su vez se comunicarán con el obispo. Si estos hermanos son diligentes en todas las cosas, además del pedido de ayuda brindarán ideas para posibles soluciones.

Enseñar principios de Autosuficiencia

Los líderes de la Iglesia necesitan de la inspiración de hermanos y hermanas dedicadas para ayudar. Muchas veces son ellos quienes podrán hacer más que si mandamos al necesitado a hablar con el obispo. Esto no implica que debamos tomar decisiones por nuestra cuenta. Pero el trabajo más difícil y que lleva más tiempo es enseñarles a las personas a solucionar sus propias dificultades y resolver sus problemas a la manera del Señor.

No debemos caer en la trampa de convertirnos en médicos de almas afligidas, sino que debemos fortalecer a quien está necesitando ayuda. Fortalecer su vista espiritual, para que su fe no desfallezca. Fortalecer su amor propio, para que sepa que puede salir adelante por sus propios medios. Fortalecer su sentido de responsabilidad, para que entienda que es él o ella, quien debe velar por las necesidades de su familia.

Muchas veces la rápida respuesta ante un problema es: ‘Hable con el Obispo para que le dé alimentos’. Pero esa sería la parte urgente de una necesidad que aparece de pronto, ante la falta de trabajo, o una tragedia, o la enfermedad de quien mantiene el hogar. Pero no debemos creer que sea la primera respuesta a dar.

En primer lugar, debemos considerar qué tenemos a mano para pasar el problema. La familia es quien está primero para ayudar al necesitado. Cuantas veces nos enteramos después que el resto de la familia estaba dispuesto a ayudar, pero nunca se había enterado del problema.

Los recursos gubernamentales que están dentro de la ley son buenas ayudas para muchas familias.

Los servicios médicos de los Hospitales Públicos de Argentina, asisten sin cargo a quienes allí se atiendan. Algunos servicios sociales de municipios proponen trabajos comunitarios a cambio de alimentos.

Enseñar a buscar trabajo también puede ser un desafío. En una oportunidad un obispo entrevistaba a un joven que no encontraba trabajo. Este obispo se sintió inspirado a preguntarle al joven a qué hora se levantaba y en qué momento leía los avisos clasificados. Grande fue su sorpresa al descubrir que el muchacho se levantaba a las 9 de la mañana, desayunaba tranquilo con su madre y a eso de las 10:30 iba a comprar el diario. Luego del almuerzo se disponía a ir a los lugares que le interesaban, pero al llegar se encontraba con una larga fila de espera o en el peor de los casos ya habían terminado las entrevistas.

Fue necesario que en un papel el obispo le enseñara una rutina diaria que incluía: hora para despertase; hora para comprar el diario; hora para desayunar mientras  marcaba los avisos clasificados que le interesaban; hora de salida a buscar trabajo. Cada vez que se encontraban, el obispo le preguntaba por su rutina.

La idea principal en enseñar a valerse por si mismos, a no depender de la ayuda del gobierno o de la iglesia. Ser nuestros propios agentes significará entonces que debemos ser nuestros generadores de soluciones a las situaciones que se nos presenten difíciles.

Gratitud 

Un aspecto que muchas veces pasamos por alto al enseñar los principios de autosuficiencia es que debemos tener siempre un corazón agradecido. Ese sentimiento será el motor para estar dispuestos a asistir a otros. La ayuda que recibamos volverá en ayuda que demos a otros. No debemos sentirnos mal cuando el obispo nos invite a retribuir en servicio la ayuda recibida. Debemos enseñar que siempre estamos en deuda con el Señor. El Plan de Bienestar es parte del servicio que pone el Señor por medio de sus siervos y líderes. Es un plan que nos coloca a todos en las diferentes posiciones: seremos necesitados en algún momento y necesitarán de nosotros en muchos otros.

La oportunidad de ayudar por medio de nuestra diligencia en nuestros llamamientos, de participar en proyectos de bienestar o servicio del barrio o la estaca, de enseñar a otros a valerse por sí mismos nos permitirá crecer como verdaderos discípulos de Cristo.

No se puede explicar el sentimiento que surge en el corazón cuando vemos a quien asistimos ‘caminar por sí mismo’. Al igual que un padre, sentimos que somos parte de un gran proceso de crecimiento y madurez espiritual y emocional. Uno muy parecido al que nosotros pudimos haber recorrido antes.

Por eso, en la próxima reunión de consejo sería bueno que presentemos las cosas ordenadamente habiendo considerado antes las ideas más sencillas, evaluando las propuestas hechas por las mismas personas afectadas. Así no caeremos en la trampa de organizar la megasuperayuda e ir a la casa de una familia a cambiarle el techo, cuando lo que necesitaba era tapar una gotera.

LOS 3 NEFITAS

LOS 3 NEFITAS

¿ Existirá algún tipo de registro o mención de ellos en la América Antigua?

Bien, veamos, voy a citar el libro ” Secretos Precolombinos” Pág.43 -45 de Harold Santa cruz Moncayo, donde hace referencia a hechos ocurridos en el 2º viaje de Cristóbal Colon a América dice:

“Un día alrededor del 3 de junio de 1494, durante su segundo viaje al Nuevo mundo, Cristóbal Colón ancló fuera de las orillas de Cuba; Envió una expedición a la orilla para obtener un poco de agua fresca y madera. Entre aquellos enviados a tierra bajo un arquero, que se separó de la comitiva y entró en los bosques con su ballesta a cazar. Él no había caminado mucho tiempo cuando se devolvió apresuradamente y fue donde los del grupo con este informe: “Declaró que él no había avanzado muy lejos, cuando observó de repente que era espiado a través de un claro del bosque, era un hombre vestido de blanco hasta los tobillos, tan blancos y largos como un fraile del orden de Santa. María de la Misericordia, que al principio él lo tomó como si se tratase del capellán del Almirante, pero otros dos le seguían, con túnicas blancas que alcanzan a sus tobillos; los tres eran de cutis como los europeos. Detrás éstos aparecieron muchos más al número de treinta, armados con flechas y lanzas. Ellos no hicieron ninguna señal de hostilidad, pero permanecían callados, el hombre de traje blanco largo, tomó la delantera para hablarme a mí; pero Yo estaba tan asustado de ver el número de acompañantes que huí para buscar la ayuda de mis compañeros al instante. Más tarde reconoció que se acobardo de ver a los nativos armados y que con sus compañeros no tuvieron el coraje de enfrentarlos y salieron despavoridos hacia las naves ancladas en el mar.
( Irving 196)
Hay dos alternativas: O el hombre puede haber estado engañando a Colón; o que él había visto una bandada de grullas en lugar de lo que imaginó . Colón tenía razón para dudar de la exactitud de la información del arquero; por lo tanto sugería espiarlos desde las naves, pero los catalejos no permitían identificarlos desde a bordo “Por eso al día siguiente se programo que todos fueran a tierra, con Órdenes para penetrar al interior si es necesario hasta cuarenta millas ” para verificar esta historia.59 ( Irving 197)
Incluso una tercera expedición se envió al tercer día a tierra, en la demanda de estos nativos y sus tres líderes blancos vestidos de blanco. Este acontecimiento se convirtió en un problema, todos opinaban sobre la credibilidad del arquero y despertó la curiosidad del Almirante.

Aunque las comitivas volvieron sin una evidencia, no se menciona nada al hombre de la ballesta que más tarde retracta su historia. Tanto así, que crea dudas en el Almirante y de ahí en adelante se pide que ninguna acción sea comunicada sin un segundo testimonio. En dos semanas, Colón ya sabía comunicarse con un nativo, de quien supo: que a diez leguas al oeste había algunos nativos entre ciertas montañas que él vio de lejos, que había un rey, tan poderoso que su reinado abarcaba muchos pueblos; Que él llevaba un vestido blanco que llegaba a tierra; que se le llamó un santo; que sus enseñanzas fueron obedecidas siempre, aunque comunicaba sus órdenes y sus asuntos mediante símbolos visuales,( Irving 200)”


Investigando un poco mas me pude encontrar con varias leyendas que hablan de estos 3 hombres singulares de reconocido poder, que ministraron por el antiguo continente Americano.

EL MATRIMONIO DE JESÙS

EL MATRIMONIO DE JESÙS

Muchísimo se ha especulado en la iglesia acerca del estado civil del Salvador. Es en algunas partes enseñado casi como doctrina y en otros enseñando como “algo que se deduce” sin embargo muy pocos pueden decir de donde se origina esta idea. Comenzaremos por un análisis de los orígenes de esta “doctrina” y finalizaremos con la posición oficial de la iglesia.

Una de las primeras referencias al respecto fue hecha por el apóstol Orson Pratt en el libro “The Seer” (El vidente) publicado en 1853 en Inglaterra como un libro para defender los principios de la iglesia en especial el matrimonio plural presentado por Brigham Young el año anterior. En este libro, elder Pratt dio un paso mas allá expresando que el Señor se había casado en forma plural siguiendo el ejemplo del Padre. 

Pratt comenta lo siguiente en la edición original: 

“.. Ahora claramente hemos mostrado que Dios el Padre tenía una pluralidad de esposas, una o mas para que estaban en la eternidad, con lo cual el comenzó nuestros espíritus así como el espíritu de su Primogénito Jesús… También hemos demostrado lo mas claramente posible que el hijo siguió el ejemplo de su Padre, y se hizo el gran Novio con quien las hijas de los reyes y muchas Mujeres honorables estarán casadas”

Esta idea fue subsiguientemente expresada por varios otros lideres como Jedediah M. Grant y Orson Hyde los cuales agregaron que el Salvador se había casado con María Magdalena y Marta durante las bodas de Canaan argumentando el hecho de que la familiaridad que tenia Jesús con María y Marta hubiese sido inapropiada a menos que hallan sido esposos.

Sin embargo hay que notar claramente que desde fecha temprana estas ideas comenzaron a ser rebatidas por la cabeza de la iglesia. En 1855 Bringham Young escribió al funcionario encargado de la publicación de “The Seer” en Inglaterra pidiendo que dejase de ser publicado el libro. Bringham declaro que a pesar de que había muchos artículos maravillosos escritos en el libro, había también “muchos artículos de doctrinas erróneas” con lo cual se pidió también cuidado con la aceptación de los contenidos de esa publicación. El mismo Orson Pratt hablando en 1860 expreso que “The Seer” expresaba un punto de vista doctrinal personal en el cual el había creído sinceramente que era el correcto pero que había aprendido que en algunos puntos de doctrina estaba equivocado.

De todas formas la idea de que era posible que Jesús hubiese estado casado siguió rondando en la Iglesia siendo una idea generalmente aceptada pero que no podía ser asumida como una verdad doctrinal.

Por ejemplo, en 1963 en respuesta a una carta que preguntaba si Cristo había sido casado y había tenido hijos, Joseph Fielding Smith respondió diciendo “Si, pero no predicamos eso. El Señor ha advertido que no debemos dar perlas a los cerdos”. Pero, el mismo JFSmith enseña en Doctrina de Salvación que “Mis palabras y las enseñanzas de cualquier miembro de la iglesia, alto o bajo, si no están de acuerdo a la revelación, no tienen por que ser aceptadas” … “ustedes no tienen por que aceptar los libros escritos por autoridades de la iglesia como doctrina, la única doctrina que puede ser aceptada es la que esta de acuerdo con la palabra revelada en los libros canónicos” “lo que cada persona escribe es responsabilidad no de la iglesia, sino de quien la escribe”. 

Más citas al respecto. 

Otras citas que se pueden encontrar hablan claramente de ideas personales o de evidencia circunstancial a favor de la conclusión del casamiento de Jesús. Por ejemplo el Élder Orson Hyde dijo que las bodas de Caná fue en realidad el casamiento de Jesucristo: 

“Se despierta en mi mente que una vez, hubo un casamiento en Caná de Galilea, y en una lectura cuidadosa de ese relato, es evidente que ninguna persona más que Jesucristo se casó en esa ocasión” (Journal of Discourses, vol. 4, p. 259) 

Mientras que el Élder Bruce R. McConkie no llegó a tal explícita conclusión en sus libros el escribió: 

“Jesús no es un recluta, ni ermitaño, ni ascético. Él vino comiendo y bebiendo, disfrutando de la interacción social del día natural, normal y saludablemente ” (Mc Conkie, Doctrinal New Testament Commentary, vol. 1, p. 136) 

“María parecía ser la anfitriona y la encargada en la fiesta de ese casamiento [bodas de Cana], la única responsable por el entretenimiento de los invitados. Fue ella la que reconoció la necesidad de más vino, quien buscó rellenar la provisión, quien dirigió a los sirvientes que siguieran las instrucciones que Jesús daba. Considerando las costumbres de esa época, se podría asegurar que uno de los hijos de María se estaba casando… Jesús también tenía un interés personal y una conexión cercana con el casamiento y las festividades posteriores a la que ellos asistieron. Él y aparentemente, por lo menos, cinco de sus discípulos (Juan, Andrés, Pedro, Felipe y Natanael) estaban invitados a la fiesta. La escasez de vino ocurrió cerca del final de la festividad y ya que este comúnmente duraba entre 7 a 14 días, aparentemente la fiesta de Jesús estaba finalizando. Parecía ser, también, que él tenía alguna responsabilidad personal para entretener a los invitados y sintió una obligación de suplirlos con bebidas adicionales”(Doctrinal New Testament Commentary, vol. 1, p. 135) 

Sin embargo, la implícita evidencia con respecto al estado marital de Jesús es más grande que la evidencia explícita. El erudito Sydney B. Sperry dijo: 

“Nosotros sabemos que era costumbre de los judíos, entre los mas jóvenes casarse a una edad temprana, generalmente entre los 16 y 18 años. Y segundo, era muy bien conocido que los judíos consideraban al casamiento como una obligación religiosa” ( Paul’s Life and Letters, p.9) 

El Élder Bruce R. McConkie dijo también: 

“Los hombres se casaban cuando tenían 16 o 17 años, nunca mas tarde de 20 y las mujeres a una edad mas temprana, frecuentemente no más de 14 ( The Mortal Messiah, vol. 1, p. 223)

La Biblia enseña que los enemigos de Cristo pasan su tiempo: “acechándole, y procurando cazar alguna palabra de su boca para acusarle” (Lucas 11:54) Cabe hacer notar que Jesucristo no comenzó su ministerio sino hasta tener 30 años. Si Cristo no hubiera estado casado a esa edad, entonces sus enemigos no lo hubiesen aprobado por desobedecer las leyes y las costumbres de la época. ¿Cuales eran las costumbres y las leyes concernientes al casamiento entre los judíos en la época de Jesús? La tradición oral del Israel bíblico está registrada en el Talmud. De acuerdo a estas fuentes judías: “El casamiento era de vital importancia para el judaísmo. Refrenarse del casamiento no esta considerado sagrado, como lo es en otras religiones. Por lo contrario, es considerado anti-natural. El Talmud dice que un hombre no casado está constantemente pensando en el pecado. El Talmud habla acerca de un rabí que fue presentado a otro joven soltero rabí. El rabí de mayor edad le dijo al más joven que no vuelva a su presencia hasta que no estuviera casado…. el Talmud recomienda que un hombre se case a la edad de 18, o en cualquier momento entre los 16 y 24 (Judaísmo 101, www.jewfaq.org/index.htm) 

¿Porqué los ancianos judíos no rechazaron a Jesús por este descuido? Quizás por que todos sabían que él cumplía con el mandamiento de casarse así como también cumplió con todos los otros mandamientos. 

Como los Santos de los Últimos Días, los antiguos israelitas consideraban el matrimonio como una responsabilidad sagrada y los hijos, una bendición.

Mientras no hay una prueba definitiva disponible que Jesús estuvo casado, la evidencia nos puede llevar a esa conclusión. 

Sin embargo, todos aceptan que no existe ningún lugar de los libros canónicos en la que se afirme clara y directamente que Jesús efectivamente estuvo casado. Existen algunos pasajes que pueden ser interpretados de esa forma, pero no pasan de eso, interpretaciones de personas de las cuales ellos mismos son responsables tal como lo señalaba el presidente JF Smith.

Pero, y cual es finalmente la posición oficial de todo el tema expresado por la Iglesia? 

LA POSICION OFICIAL 

A pesar de todas las ideas que hacen sentir que efectivamente creemos en el Matrimonio de Jesús “oficialmente”, la posición real de la Iglesia es un poco más prudente. A raíz de la controversia de la nueva película del Código da Vinci, la iglesia emitió un comunicado oficial a través de su portavoz Dale Bills.

El Hermano Bills dio la siguiente declaración el día 16 de mayo del 2006. 

“La creencia de que Cristo se haya casado no ha sido nunca doctrina oficial de la Iglesia. No ha sido nunca negada ni enseñada por la Iglesia [es decir, como doctrina, no se ha estado oficialmente ni a favor ni en contra]. Aun cuando es cierto que unos pocos lideres de la iglesia de la mitad del siglo XIX expresaron sus opiniones sobre el tema, ni entonces, ni ahora, fue doctrina de la iglesia.“  

De todas formas, hay que hacer la observación de que la declaración no dice que Jesús no se caso, simplemente dice que no sabemos a ciencia cierta si fue o no fue casado. Puede ser que efectivamente se caso en su ministerio terrenal, como puede ser que eso no ocurrió, cada uno puede tener una opinión (u opinar que no se sabe así que no se mete en el tema) pero cada idea, es simplemente eso, solo una idea. Oficialmente, no sabemos la respuesta a esta pregunta.

ENTONCES COSIERON HOJAS DE HIGUERA , Y SE HICIERON DELANTALES

ENTONCES COSIERON HOJAS  DE HIGUERA , Y SE HICIERON DELANTALES

Tal vez el más conocido y significativo de los pasajes que mencionan el uso de un delantal se refieren a Adán y Eva. El profeta Moisés registra, " Entonces fueron abiertos los ojos de ambos y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Cosieron, pues, hojas de higuera y se hicieron delantales. " (Génesis 3:7; véase Moisés 4:13) . 11

Antiguamente, tanto los delantales como los higueras simbolizan la fertilidad y la reproduccion.12 "En las costumbre semíticas antiguas, los niños corrían con una camisa suelta o manto. Al llegar a la madurez sexual, se empezaba a usar un" Delantal "o taparrabos....vestir un delantal representa la edad adulta. "13 No fue sino hasta la caída que Adán y Eva fueron capaces de" multiplicarse y henchid "la tierra, como se les había mandado (Moisés 5:11). Poniéndolos en la posición y condición de ser" fructíferos y multiplicarse," Adán y Eva adoptaron muy adecuadamente los símbolos de su poder recién recibido. ¿Qué supondríamos del uso de delantales de hojas de higuera de Adán y Eva a menos que simbolizaran la "fertilidad" y "reproducción"? 14 El élder Richard G. Scott nos aconseja aprender de la vida de Adán y Eva, "todo su episodio es muy significativo y aplicable.15

En varias ocasiones, el presidente Joseph Fielding Smith enseñó: "El Señor dijo a Adán, aquí esta el árbol del conocimiento del bien y del mal. Si quieren quedarse aquí, entonces no pueden comer de ese fruto. Si quieren quedarse aquí entonces les prohíbo comer de su fruto. Pero puedes actuar por tú mismo y puedes comer de el si lo deseas. Y si de el comes morirás. "16 la elección de Adán y Eva fue bastante simple.

La Opción número uno de Dios implica que tenían derecho a permanecer en el Edén para siempre . Ellos nunca tendrían que trabajar, todo se les proveería. Ellos realmente no progresarían porque realmente no serían probados ni puestos en una situación difícil. Según esta opción, Adán y Eva se les permitirían concentrarse en las cosas que deseaban. Por supuesto, los principales inconvenientes fueron (1) nunca serian como Dios a causa de la falta de progreso, y (2) ninguno de sus posibles hijos nunca tendrían la oportunidad de ser como Dios, porque la decisión que tomaron les impedía tener hijos.

La Opción número dos, como el Presidente Smith declaro , implica que Adán y Eva sacrificarían su oportunidad de garantizar la comodidad y el placer para que otros nacieran y tuvieran la oportunidad de poder llegar a ser como Dios. Esta opción prometía trabajo duro, sacrificio , pruebas y probablemente tendrían que renunciar a algunos objetivos y aspiraciones del mundo con el fin de volver a Dios. Según esta opción, se les aseguró a final morirán ,no importa cuán bien hayan vivido sus vidas . Sin embargo, las mismas cosas que harían que la experiencia mortal fuera tan difícil también permitirían que Adán y Eva y toda su posteridad regresaran con Dios y llegaran a ser como él.

Las dos opciones dadas a Adán y Eva en el Edén son las mismas opciones que se les dan a cada pareja cuando se arrodillan en un altar en el templo y entrar en el nuevo y sempiterno convenio del matrimonio. Su primer opción, si es que se le puede llamar así , era la de ser egoístas y descartar el tener hijos hasta que hubieran cumplido con todo lo que querían hacer y hubieran obtenido todo lo que deseaban obtener. La segunda opción es renunciar a algunas de las cosas que podrían desear y hacer caso omiso de la mayor parte de lo que el mundo les dice que deben y deberán tener, a fin de que otros puedan tener una oportunidad en la mortalidad y la exaltación. realmente la elección de Adán y Eva fue entre tener o no tener una familia. Escogieron la que se refleja en las palabras de Lehi, "Adán cayó podría ser que los hombres" (2 Nefi 2:25).

Así pues, sin nada más se pueda ver en las de las hojas de los delantales, es muy cierto que : Adán y Eva tomaron la decisión correcta. ellos serian "fructíferos y se multiplicarían", tras haber decidido poner a Dios antes que sus propios deseos-y con un gran costo y sacrificio de su parte. Tal es el compromiso que Dios nos pide.

En la antigüedad los delantales también simbolizaban el Sacerdocio 17 y el trabajo .18 Es probable que por esta razón, el sumo sacerdote que servía en el tabernáculo mosaico era obligado a llevar un delantal, (véase Éxodo 28) .19 El estaba comprometido al "trabajo "del Señor, un trabajo que requería que se posea el poder del sacerdocio. Parece claro que el delantal del sacerdote mosaico estaba simbólicamente asociado con los delantales de Adán y Eva:

Adán y Eva, mientras se encontraban en el jardín, poseían dos prendas de vestir que al parecer poseían un significado simbólico: El Delantal (Génesis 3:7) y las túnicas de pieles (véase Génesis 3:21). . . . Sin duda el delantal poseía una importancia ceremonial para la primera pareja. . . . Es muy probable que estas vestimentas pertenecientes a Adán y Eva y las cuales obtuvieron mientras estuvieron en el jardín , sirvieron como prototipos para la vestimenta sagrada pertenecientes al sistema del templo israelita .20

Fuentes

11. The Hebrew here translated "apron" is a word more often rendered "girdle," and only sometimes "apron."

12. See Julian, Mammoth Dictionary of Symbols, 23–24; Cooper, Encyclopaedia of Traditional Symbols, 14; McConkie and Parry, Guide to Scriptural Symbols, 49; Bayley, Lost Language of Symbolism, 2:248; and Meyers, "Apron," 1:319.

13. Meyers, "Apron," 1:319.

14. This author uses "at the very least" because, without question, some symbols, including those employed in the temple, have multiple meanings (see Wilcox, House of Glory, 25). This seems to be the case with the fig leaf aprons of Adam and Eve. Symbolic meanings of figs and aprons, beyond fertility and reproduction, include the following: To be naked means to be innocent or exposed (see Wilson, Dictionary of Bible Types, 17, 289). To "cover one's nakedness" means to endeavor to make excuses for one's actions; something aptly depicted in the temple endowment (see Ryken, Wilhoit, and Longman, Dictionary of Biblical Imagery, 320; and Charles, Endowed from on High, 59). Elder James E. Talmage associated figs with the covenant people (Jesus the Christ, 443; see Cooper, Encyclopaedia of Traditional Symbols, 66). When Adam and Eve, in accordance with God's will, provoke the Fall, they became the first of God's covenant people, and for that reason their aprons of fig leaves became a symbol of the covenant. Curiously, Jewish legend held that the "forbidden fruit" was the fig (see Ginzberg, Legends of the Jews, 1:75, 96–97; 5:97, 98, 122; see also Books of Adam and Eve, 20:5). When Satan told Adam and Eve to cover their nakedness with fig leaves, he was really tricking them into guaranteeing that their transgression would be discovered, but this act became a symbol of righteousness instead. As one LDS source states: "By sewing fig leaves together and making aprons for themselves, Adam and Eve covered their nakedness (Moses 4:13). In so covering themselves with leaves, they became trees, as it were." Trees that are green represent righteous men and women (McConkie and Parry, Guide to Scriptural Symbols, 15, 103–4).

15. Scott, in Conference Report, October 1996, 100.

16. Smith, "Fall—Atonement—Resurrection—Sacrament," 124. See Smith, Answers to Gospel Questions, 4:81.

17. See Conner, Interpreting the Symbols and Types, 141; and Unger, Unger's Bible Dictionary, 317.

18. See Julien, Mammoth Dictionary of Symbols, 23–24; and Cooper, Encyclopaedia of Traditional Symbols, 14. The symbol of "work" also seems applicable to Adam and Eve, in that their choice to eat of the fruit was a choice to give up ease for a life of sacrifice and work.

19. Although there is not absolute agreement in the scholarly community, an ephod is traditionally believed to have been an apron (see McKenzie, Dictionary of the Bible, 241; Myers, Eerdmans Bible Dictionary, 342; and Brown, Gate of Heaven, 85–86).

20. Parry, "Garden of Eden,"

CUMPLEAÑOS DE THOMAS S. MONSON

CUMPLEAÑOS DE THOMAS S. MONSON

Tomas S. Monson, es el 16to Profeta y Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Él es un profeta, vidente y revelador, lo cual significa que recibe guía especifica para dirigir la Iglesia en la tierra en nuestros días de parte del Señor. Esas instrucciones son para todo ser humano que habita la tierra y no sólo para los miembros de la Iglesia.

Thomas Spencer Monson nació el 21 de agosto de 1927 en la ciudad del Lago Salado, Utah. Desde pequeño fue compasivo. En una ocasión cuando se enteró que su mejor amigo comería cereal con agua como cena de Navidad, él le llevó sus dos amados conejos y le dijo que aunque esto no eran pavos, serían una muy buena cena de Navidad. 

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USO CORRECTO DE INTERNET

USO CORRECTO DE INTERNET

Internet permite tener acceso inmediato a muchos recursos que pueden fortalecernos y enriquecer nuestra vida. Muchos sitios web que son espiritualmente edificantes nos brindan guía e inspiración. Las siguientes ideas pueden ayudarle a permanecer conectado con la realidad sin quedar completamente desconectado de las cosas buenas que ofrece internet. 

Limite su tiempo 

Rebecca Renfroe, de Idaho, EE. UU., tenía un blog propio y leía blogs de otras personas casi a diario. En su mente siempre escribía en el blog acerca de lo que hacía con sus hijos, en vez de simplemente hacer cosas con ellos, pero se dio cuenta de que tenía que haber un equilibrio. 

Ella dice: “El Espíritu me ayudó a darme cuenta de que tener un blog no era el problema, sino dedicarle mucho de mi tiempo y energía. Literalmente, había estado desperdiciando porciones de mi vida: renunciando a pasar tiempo con mis hijos y mi esposo, renunciando a dedicar tiempo al estudio a fondo de las Escrituras, e incluso renunciando a horas de sueño, lo cual afectaba mi capacidad de servir a los demás, de ser sensible al Espíritu y de llevar una vida sana”. 

La hermana Renfroe aprendió a no permitir que las cosas buenas se interpusieran entre ella y las cosas mejores, como aconsejó el élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles: “El solo hecho de que algo sea bueno no es razón suficiente para hacerlo… Naturalmente, es bueno ver diversiones sanas o adquirir información interesante, pero no todo ese tipo de cosas vale el tiempo que dedicamos para obtenerlas. Algunas cosas son mejores y otras son excelentes”1. 

Escoja sitios edificantes 

Amy Paulsen, de Washington, EE. UU., se siente agradecida por los sitios web que otras madres han creado, en los cuales hay ideas y actividades para enseñar a los niños los principios del Evangelio. Cuando necesita ayudas visuales, las busca en línea y las imprime; y cuando necesita ideas, recurre a vínculos de artículos de las revistas de la Iglesia, de discursos de conferencias y a manuales que se encuentran en línea. 

“Internet nos ha ayudado a mi esposo y a mí a preparar mejores noches de hogar para nuestros hijos”, dice la hermana Paulsen. “Además, es reconfortante saber que hay tantas otras madres que también les ‘enseña[n] a sus hijos a orar y a andar rectamente delante del Señor’” (D. y C. 68:28). 

Use internet para compartir el Evangelio 

Lin Floyd, un miembro de Utah, EE. UU., creó un sitio web de historia familiar con fotos e historias de antepasados. Ese sitio y otros de ese tipo han ayudado a las personas a aprender más acerca de la Iglesia y su doctrina. Algunos han deseado bautizarse o han regresado a la actividad de la Iglesia; otros han encontrado ayudas para llevar a cabo la historia familiar, cumplir con los llamamientos y fortalecer el matrimonio. 

Hay muchas cosas positivas que podemos hacer con internet. A medida que establezca normas para el uso de internet —asegurándose de que los sitios que visite ensanchen su mente, aumenten sus oportunidades y expandan su alma—, éste puede constituir un excelente recurso para enriquecer su vida personal y para fortalecer a su familia.

SOLEDAD EN EL MATRIMONIO

SOLEDAD EN EL MATRIMONIO

Es increíble, pero lamentablemente es una realidad. Muchos matrimonios sufren de soledad individual! 

Genesis 2:18 Después dijo Jehová Dios: «No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él».

Genesis 2:24: Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne. 

Es evidente que una de las razones más importantes por las que Dios creó el Matrimonio, fue resolver un asunto de soledad y que ambos desarrollaran un compañerismo tal que pudieran verse como una sola carne.

Cuando dos personas se unen en Matrimonio, sueñan con una vida juntos para toda la vida. Sus anhelos e ilusiones tienen que ver con una vida, juntos felices y para siempre. Nadie se casa pensando que se va a separar o a divorciar en un futuro. Nadie se casa pensando que la relación no va a funcionar. Todos nos casamos pensando que esa persona con la que estamos uniendo nuestra vida, es la persona perfecta para nosotros.

Sin embargo, con el paso del tiempo, descubrimos diferencias que tienden a separarnos; muchos caen en la apatía y la rutina insulsa de la vida; no cuidan de su compañerismo y empiezan a separarse emocionalmente poco a poco, hasta que el compañerismo que los unía se va perdiendo; y entonces experimentan una horrible sensación de soledad.

Cuando la Biblia nos enseña que “seremos una sola carne”, habla de un nivel de intimidad y compañerismo inseparable. Dos compañeros que emprenden juntos la aventura de la vida, en la que formarán una familia y encontrarán muchas alegrías, muchos sinsabores, muchos éxitos y muchos fracasos, tiempos de paz y tiempos de guerra, encontrarán tiempos de felicidad y también tiempos de tristeza. Pero lo más importante es que esos dos compañeros estén dispuestos a apoyarse mutuamente tanto para disfrutar de las cosas buenas de la vida, como para enfrentar las dificultades, unidos como un solo bloque.

Eclesiastés 4:9-11 Mejor son dos que uno, pues reciben mejor paga por su trabajo. Porque si caen, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del que está solo! Cuando caiga no habrá otro que lo levante.

En una vida de compañerismo, si uno cae, se equivoca, o falla, o hace algo indebido; la función del otro es “levantarlo”, animarlo, apoyarlo; no criticarlo, ni juzgarlo, ni acusarlo. Dos compañeros de viaje, están pendientes si su compañero se resbala, para inmediatamente tenderle una mano y levantarlo. Pero muchos matrimonios hacen lamentablemente lo contrario. Si el cónyuge comete un error, ahí mismo le caen encima, lo acusan, lo juzgan, lo critican con una actitud realmente destructora del compañerismo que se supone deben vivir.

Cuando se cometen errores, se debe hablar del tema, pero de forma constructiva, expresándose mutuamente el apoyo necesario para procurar que no se vuelvan a cometer esos errores. El enfoque sería algo como: “Mi amor, no te preocupes, quiero que cuentes conmigo para ayudarte en lo que sea necesario, así como yo cuento contigo para evitar cometer errores, pero si los cometemos, siempre nos apoyaremos y juntos saldremos adelante.” Dios bendice y prospera los matrimonios “compañeros”.

Si tu matrimonio ha sufrido o sufre de “soledad”, si has estado distante, pídele perdón a tu cónyuge y toma la decisión de convertirte en el (la) mejor compañero(a) de tu cónyuge. Toma la decisión de no juzgarle, de no criticarle, de no maltratarle en modo alguno. Más bien toma una actitud de “compañero” que siempre estará ahí para levantar al otro. Hoy por ti, pero seguramente mañana por mí! 

Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALO

ESCRITURAS LDS.COM

ESCRITURAS LDS.COM

Quiero compartir con ustedes el  sitio web www.escrituraslds.com , en este sitio podrán encontrar en el formato del menú del famoso Iphone las escrituras que usamos los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Informo que en el Iphone funciona perfectamente desde el explorador Safari, seguramente que funcionará muy bien en cualquier otro teléfono con acceso a Internet.Es importante aclarar que desde cualquier dispositivo desde el cual se acceda no es necesario instalarlo, ya que es solo un sitio web.

Los libros que podemos encontrar son: 

  • Antiguo Testamento.
  • Nuevo Testamento.
  • El Libro de Mormón.
  • Doctrina y Convenios.
  • La Perla de Gran Precio.
  • El Himnario en español.
  • Principios del Evangelio.  

Considero que la ventaja que tiene este sitio respecto al sitio oficial de la Iglesia es que a mi pareces es mucho más ágil y rápido en la navegación. Además tiene una buena visual y es puede leerse muy bien.La desventaja que se encuentra es que si bien tiene correlaciones, estás aún no están enlazadas.Espero que les haya gustado este nuevo recurso y que les sea de utilidad.

 

UNA BODA SOÑADA, SIN DEJAR A NADIE AFUERA

UNA BODA SOÑADA, SIN DEJAR A NADIE AFUERA

Muchos eventos familiares son vividos con gran emoción. Pero por sobre todos los acontecimientos el casamiento es el que más energía consume, más emociones trae a flor de piel, más alegría produce en todas las personas involucradas y más cansancio en los novios y el resto de la familia que debe cumplir con su parte sin quejarse.

Los sueños de la joven novia se van convirtiendo en realidad y ahí es que ella se da cuenta de muchos detalles que pasan por alto las bodas de Cenicienta o la Bella Durmiente. Claro, estas princesas no tienen que andar pensando en bodas en varios pasos: trámite civil, sellamiento en el templo, fiesta o recepción de los novios.

Si bien a simple vista parece ser que son cosas comunes a todas las bodas, el ser miembros de la iglesia conlleva algunas diferencias en materia de ceremonias. La familia y los amigos cercanos podrán participar de la ceremonia civil, ante el juez que frente a todos esos testigos dará comienzo a la historia de una familia. Pero el momento del templo puede llegar a herir susceptibilidades y sentimientos hacia aquellas personas que no podrán participar, por su condición de no miembro o inactivo o miembro recién bautizado. Es importante que desde el principio ambos novios decidan cómo manejarán el tema de la manera más natural y sencilla posible, viendo ahí también una oportunidad de enseñar, explicar y dar a conocer verdades eternas. 

Sin sentir la presión de tener que decir: ‘ Tu  no puedes ir al templo’, podrán convertir la experiencia en un momento de amor sincero invitando a fortalecer lazos fraternales o de amistad. 

Aclarar desde el principio  

Siempre es mejor enfrentar la situación desde el vamos. Las invitaciones que hacen los novios pueden incluir los tres eventos sin necesidad de poner algún detalle de los mismos. Así todos sabrán qué se espera de ellos si al leer la misma ésta incluye algunos horarios y direcciones. 

 No exagerar  

Cuando queremos informar sobre la importancia del matrimonio celestial, podemos caer en la exageración dando a entender que es tan importante como secreta la ceremonia en el templo. Si bien uno entiende que el sellamiento será el comienzo de la familia eterna, la ceremonia no es secreta. Pueden contarse algunos detalles mirando una lámina de las tantas que hay de los cuartos de sellamiento de los templos. Es una excelente oportunidad para leer y mostrar el folleto "El Santo Templo", o bien usar el material oficial disponible en internet.  LDS.ORG

Para el resto de la familia o los amigos que no entran al templo, ver el pequeño cuarto con el altar e imaginar a los novios arrodillados en él, puede servirles para comprender que ese es un momento íntimo y sagrado. 

Incluir a todos  

Cada momento del casamiento lleva necesariamente ayuda de otras personas. Cada familiar puede sentir que es parte de la alegría de la pareja al aceptar y participar ayudando en diferentes aspectos. Aquellos que serán testigos de la ceremonia civil, disfrutarán la sesión de fotos en la puerta del mismo o en alguna plaza cercana.

Los que ayuden acondicionando el lugar en donde se hará la recepción, podrán conocer los detalles de aquellas cosas significativas para los novios, música especial que les gusta a los dos, tradiciones familiares en el momento de la fiesta que se repetirán con ellos, elaboración de un libro de firmas con los mensajes de quienes son amigos, familiares y seres queridos de la pareja.  

Templo  

Si algún familiar no puede entrar al templo, este igualmente puede ir al mismo y esperar en la sala de recepción o en los jardines. Muchas veces son los hermanos menores, quienes no tienen la edad suficiente, quienes esperan y cuentan con la buena disposición de obreros u obreras del templo que los atienden. Así como también están dispuestos a hablar y responder a las inquietudes de los que no son miembros de la iglesia.

También un miembro del barrio puede cumplir esa función al estar esperándolos y hablarles del templo recorriendo los jardines, y explicando la importancia del matrimonio celestial. Puede compartir con ellos algún folleto sobre los templos y así nadie se sentirá excluido, porque ese detalle les hará ver que los novios los tienen en cuenta. 

Los anillos    

Si bien en ningún momento de la ceremonia del templo se intercambian los anillos, y no es correcto tampoco hacerlo en los jardines del templo, ese sencillo acto puede realizarse en el momento de comenzar la fiesta o la recepción. Uno no hace promesas al entregarse los anillos, pero el novio puede explicar que el simbolismo del anillo, que no tiene principio ni fin, es semejante al convenio que realizaron en el templo y que esos anillos serán un recordatorio de su unidad eterna frente a sus seres queridos. 

Mostrarse feliz  

El matrimonio es la ceremonia personal que marcará el comienzo de una etapa rica en experiencias. Las mismas que nos ayudarán a parecernos a nuestro Padre Celestial. El comienzo estará cargado de sentimientos encontrados. Muchos sentirán angustia al ver que un ser querido queda afuera de alguna parte del mismo. Pero sin necesidad de pedir perdón o disculparse por hacer lo correcto, sí es bueno compartir la alegría que sienten, la emoción de llegar a ese momento tan esperado, la seguridad de estar obedeciendo un mandamiento. 

La familia y los amigos quedarán sin malos sentimientos si la actitud de los novios es positiva, si ellos son capaces de transmitir el gozo que trae el hacer convenios sagrados y estar dispuestos a cumplirlos, como un paso más hacia el fortalecimiento de lazos familiares.

NO OS DESALENTÈIS

NO OS DESALENTÈIS

Vivimos en una época en que, tal como el Señor lo predijo, el corazón de los seres humanos desmaya, no sólo física sino espiritualmente (véase DyC 45:26). Muchos se dan por vencidos en la lucha de la vida y el suicidio es una de las principales causas de muerte entre los jóvenes. Al aproximarse el momento de la confrontación entre el bien y el mal con las pruebas y tribulaciones que traerá consigo, Satanás aumenta sus esfuerzos por vencer a los santos mediante la depresión, el desalentó, la desilusión y la desesperación.

No obstante, de todas las personas de este mundo, los Santos de los Últimos Días deberíamos ser los más optimistas y menos inclinados a entregarnos al pesimismo, porque, aunque sabemos que “la paz será quitada de la tierra, y el diablo tendrá poder sobre su propio dominio”, también tenemos la seguridad de que “el Señor tendrá poder sobre sus santos, y reinará en medio de ellos” (DyC 1:35-36).

Puesto que sabemos que la Iglesia permanecerá inalterable, dirigida por Dios en los tiempos difíciles que nos esperan, tenemos la responsabilidad individual de esforzarnos por mantenernos fieles a ella y a sus enseñanzas.

“Mas el que permanezca firme y no sea vencido, éste será salvo.” (José Smith-Mateo 11).

A fin de ayudarnos para que los designios del diablo no nos venzan con la depresión, el desaliento, la desilusión y la desesperación, el Señor nos ha proporcionado por lo menos una docena de formas de elevar el espíritu y recorrer nuestro camino con gozo y buen ánimo. 

1.- El arrepentimiento  

En el Libro de Mormón leemos que “la desesperación viene por causa de la iniquidad” (Moroni 10:22).

“Cuando hago lo bueno, me siento bien”, dijo Abraham Lincoln, “y cuando hago lo malo, me siento mal”.

El pecado empuja al hombre hacia las profundidades del desaliento y la desesperación, y aun cuando pueda sentir algo de placer pasajero, el resultado final será la desdicha. “La maldad nunca fue felicidad.” (Alma 41:10.)

El pecado nos impide estar en armonía con Dios y deprime el espíritu; por lo tanto, bien haríamos en examinarnos escrupulosamente a fin de asegurarnos de que nuestra vida armoniza con todas las leyes de Dios. Por cada una de éstas que obedezcamos recibiremos una bendición determinada; y cada una que quebrantemos acarreará sobre nosotros un particular infortunio. Aquellos que llevan la pesada carga del desaliento deberían acercarse al Señor, porque el yugo del Maestro es fácil de llevar y su carga es ligera. (Véase Mateo 11:28-30.)  

2.- La oración   

En momentos de necesidad, la oración es una bendición maravillosa. Desde las pruebas más fáciles de soportar hasta los calvarios por los que tenemos que pasar, la oración persistente puede ponernos en contacto con Dios, inagotable fuente de consuelo y dirección. “Ora siempre para que salgas triunfante.” (DyC 10:5.) “Esforzándome con todo mi aliento para pedirle a Dios que me librara” fueron las palabras con las que el joven José Smith describió el método que empleó en la Arboleda Sagrada para impedir que el adversario lo destruyera (José Smith-Historia 16). Y esa es también una clave que nosotros podemos utilizar para impedir que la depresión nos destruya.  

3.- El servicio  

El “perdernos” en el servicio a nuestros semejantes puede ayudarnos a apartar de nosotros los problemas personales o, al menos, a verlos en la perspectiva adecuada.

“Cuando os encontréis un poco abatidos”, dijo el presidente Lorenzo Snow, “mirad a vuestro alrededor y buscad a alguien que esté en peores condiciones; acercaos a esa persona y averiguad qué problema tiene, y luego tratad de ayudarla a solucionarlo con la sabiduría que el Señor os confiera. Y de pronto os encontraréis con que vuestra pesadumbre ha desaparecido, os sentís aliviados, el Espíritu del Señor está con vosotros y todo a vuestro alrededor os parece iluminado.” (Conferencia General del 6 de abril de 1899.)

Una mujer que esté dedicada a criar a sus hijos con rectitud tiene muchas más posibilidades de mantener su espíritu animoso que aquella cuyo interés se centre constantemente en sus propios problemas. descargar articulo completo

EL ORDEN PERFECTO DE LA EXHORTACIÒN

EL ORDEN PERFECTO DE LA EXHORTACIÒN

El necio habla porque: ¡algo tiene que decir!; El sabio habla porque: ¡tiene que decir algo! 

 “Y después de haberles predicado, y también profetizado de muchas cosas, les mandó que guardaran los mandamientos del Señor, y cesó de hablarles”. (1 Nefi 8:38.)

En este pasaje del Libro de Mormón, con la exhortación que Lehi hizo a sus hijos rebeldes Lamán y Lemuel, y con el cual Nefi concluye el capítulo del sueño del árbol de la vida de su padre, se enuncia el perfecto orden de secuencia de lo que debe conformar una amorosa admonición: predicación, profecía, mandamiento y albedrío. 

“Y después de haberles predicado,…" 

La prédica va primero. Ya lo dice Pablo: "Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?” (Romanos 10:13,14).

Predicar es proclamar con solemnidad, con seriedad, con firmeza algo que se estima de mucha entidad, algo importante. Pero la proclamación, aunque etimológicamente es una publicación a viva voz o por escrito, suele serlo, y habitualmente lo es con mayor eficacia, a través de acciones ejemplares. La Guía de Estudio de las Escrituras lo define como: “proclamar un mensaje que nos haga comprender mejor un principio o doctrina del evangelio”.

Como Nefi no pudo registrar en las planchas menores todo cuanto les dijo Lehí a sus hijos en esa ocasión, tal como lo refiere en el siguiente versículo del subsiguiente capítulo, no conocemos todas las cosas que les predicó. No obstante podemos percibir, mediante algunos indicios de lo escrito, que:

1) Debe haber reinado un dominante sentimiento espiritual. ¿Podría haber sido de otra manera después de relatar el sueño, o la visión, que el Señor le mostró a Lehi? Si tan solo con leerlo, a pesar de estar tan alejados en el tiempo y en el espacio, se llenan nuestra mente y nuestro corazón con el Espíritu de verdad con que nos llega la prédica de Lehi.

Pero, bien lo dice la escritura, solo quien tiene en sí el Espíritu de verdad comprende al que predica por ese mismo Espíritu de verdad y ambos se comprenden, se edifican mutuamente y se regocijan mutuamente, como ocurría entre Lehi, Nefi y Sam, y aún con cualquiera de nosotros que lea esos pasajes con ese mismo Espíritu. (DyC 50:17-22).

Sin embargo Lamán y Lemuel, ajenos a este Espíritu, no comprendían, estaban en permanentes tinieblas, y más allá de que no se regocijaban, murmuraban y se amargaban con sus sentimientos de rencor y envidia.

2) La exhortación hecha con “todo el sentimiento de un tierno padre”, debe haber impregnado su prédica del amor puro de Cristo, que únicamente un corazón empedernido podía no apreciar.

3) La prédica no puede haber sido de otra manera que con un profundo conocimiento de la más sabia doctrina del evangelio, porque Lehí mostró en otros pasajes del Libro de Mormón una sabiduría difícilmente igualada, para ello basta leer el segundo capítulo del 2° Nefi.   

Sí, la prédica va primero. Entonces sigue la creencia. Pero la creencia, como los pensamientos, los deseos y la voluntad, es parte del objeto del albedrío del hombre. Se cree lo que se quiere creer. Y cuando la creencia está basada en conceptos verdaderos, el Señor da, como un don, la fe. Entonces continúa la invocación, que se perfecciona mediante la fe (DyC 50:29,30; y 46:30). Y al final la salvación. Un círculo virtuoso de absoluta perfección.

Esta es la razón por la cual el Señor mandó a sus discípulos a predicar el evangelio a todo el mundo (Marcos 16:15); y Él mismo, mientras su cuerpo reposaba en el sepulcro prestado, fue para iniciar la prédica del evangelio en el mundo de los espíritus (1 Pedro 3:19); y también esta fue la razón por la cual se predicó el evangelio desde el principio (Moisés 5:58); a fin de que todos tengan la oportunidad de salvarse y para que no queden justificados si se condenan.DESCARGAR ARTICULO COMPLETO